El Partido Popular ha mostrado hoy su sorpresa por la difusión del anteproyecto del "Parque Europa" por parte del equipo de gobierno.
Según ha expuesto el portavoz popular, Paco Huertas, dicho anteproyecto no ha pasado por ninguna comisión municipal ni se ha presentado a la oposición con carácter previo a su difusión, mediante un cartel ubicado en la zona de La Estación, como tampoco se ha consultado con el resto de grupos la nominación asignada al parque, que debe ser consensuada en el órgano correspondiente.
Pero incluso más importante que estos aspectos formales, es para el PP el hecho de que se trabaje en un anteproyecto cuando aún no se conoce cuál será el dictamen del Tribunal de Recursos Contractuales sobre la demanda interpuesta por la firma madrileña Proes Consultores, una de las dos empresas que concurrieron al concurso público convocado por el consistorio para la redacción del proyecto y dirección de obra, declarado desierto por un presunto incumplimiento de las bases por parte de las licitadoras, a juicio de los servicios técnicos municipales.
Hoy Paco Huertas se ha preguntado "quién asumirá la responsabilidad si los tribunales determinan que Proes tiene razón" y obligan al ayuntamiento a asumir su propuesta de proyecto, valorada en más de 200.000 euros.
DESACUERDO CON EL PROYECTO
Por otra parte, los populares han puesto de manifiesto que el anteproyecto redactado presenta numerosas inconsistencias y deficiencias, no atiende a distintos aspectos del plan funcional que decidieron los vecinos mediante una encuesta y plantea una distribución que encarecerá tanto su construcción como su mantenimiento, situación que atribuyen "a la pésima gestión del equipo de gobierno y a las prisas para sacar esto a pocos días de las elecciones municipales, tras los cuatro años de los que han dispuesto para diseñarlo".
Entre esas deficiencias Huertas ha indicado que el lago no tiene la "centralidad" que le atribuyeron los vecinos como elemento principal del parque y se ubica en una cota que obligará al permanente bombeo del agua con el consiguiente coste económico. Además, las zonas de ocio infantil aparecen desconectadas de las de restauración – estás últimas con un tamaño muy reducido– el mirador no se ubica en la zona más adecuada, aparecen separadas las áreas de aparcamiento y autocaravanas, no se definen las pasarelas o no se incluyen la zona de baile, la de juegos de mesa o el servicio WIFI, que figuraban entre las demandas de los ciudadanos.