La calle Palacios será cerrada al tráfico rodado en los próximos días, quedando reducida la circulación por la misma a los vehículos que precisen acceder a cocheras y al uso durante una reducida franja horaria, coincidiendo con la salida de los escolares del cercano colegio de La Purísima, pra facilitar su recogida. Este es el principal acuerdo alcalzado por el equipo de gobierno y los vecinos de esta céntrica calle lucentina, una de las más estrechas del entramado urbano local, que desde hace años han venido solicitando la peatonalización de la misma, la mejora del firme y el incremento de la vigilancia durante los fines de semana, ante las aglomeraciones que se producen en esta zona debido a la existencia de numerosos locales de ocio nocturno en sus inmediaciones.
Además, el ayuntamiento reforzará el alumbrado e incluirá la mejora de la calle en el programa de obras del próximo PFEA o asumirá el coste de la intervención mediante fondos propios durante este mandato corporativo, actuando sobre calazada y acerados.
Un último compromiso, todavía en estudio por parte de la policía local, se refiere a la eliminación de cuatro plazas de estacionamiento existentes en el último tramo de la misma, junto a la confluencia con Pedro Angulo, ante las quejas de los vecinos, que aseguran que el lugar se ha convertido en punto de "trapicheo" de drogas y urinario público durante los fines de semana , medida que se complementará con un incremento de la presencia policial. El ayuntamiento estudia sustituir estos aparcamientos por una zona de carga y descarga en el horario habilitado para ello.
Estas medidas eran dadas a conocer en la noche de ayer por el alcalde, Juan Pérez, en el turno de Ruegos y Preguntas de la sesión plenaria, en respuesta a una cuestión planteada en el pasado pleno por los grupos de la oposición.
El edil de Seguridad Ciudadana, José Pedro Moreno Víbora, anunció que en los próximos días se procederá a la instalación de la nueva señalización que restringe el tráfico de vehículos por esta calle.
QUEJAS VECINALES
Los vecinos de la calle Palacios vienen quejándose de la situación de este vial desde el año 2017. A finales de ese año ya colocaron en escaparates, puertas y señales de tráfico carteles en los que advertían de la peligrosidad de circular por este calle para cualquier peatón, presentando un escrito ante el Ayuntamiento, avalado por más de 200 firmas, en el que exigían soluciones definitivas para la calzada y acerados de esta calle del centro de la ciudad.
En su escrito, los vecinos de la calle Palacios indicaban que desde hace años sufren "un paulatino e incipiente deterioro de la calzada de esta vía, así como la perpetuación de un deficiente acerado que impide la accesibilidad para personas con movilidad reducida, cochecitos de bebé e incluso, en algunas zonas, el uso para cualquier tipo de peatón, hecho que obliga a que, en la estrecha calzada, tengan que circular tanto peatones como vehículos, con el riesgo que ello conlleva". Por todo ello el vecindario pedía el definitivo arreglo y peatonalización o semipeatonalización de la calle.