Desde hace unas semanas se está detectando en distintos puntos de la ciudad la presencia masiva de orugas peludas, también conocidas como "orugas de los prados".
La “Ocnogyna baetica”, es propia de la mitad sur de España y común en campos, pastos y solares abandonados con abundante vegetación. Normalmente, su aparición suele coincidir con el final del invierno, pero la atípica situación climatológica que hemos tenido hasta ahora, ha hecho que se adelante su aparición y que este año sean especialmente numerosas.
Aunque su presencia causa alarma entre la población por su parecido con la oruga procesionaria, que se crían en los pinos y puede presentar problemas, estas orugas peludas son una especie inocua y base alimentaria en el periodo invernal para la población ornitológica. No es perjudicial ni para el hombre ni para los animales, aunque sí puede provocar daños graves en cultivos como el viñedo.
Colonias de este tipo de orugas, que durante sus primeras etapas de desarrollo generan una especie de ‘tela de araña’ en los suelos de áreas herbáceas y luego se expanden buscado las plantas que constituyen su alimentación, se han dejado ver en gran cantidad en zonas como el Plan Parcial Oeste 1 o la Vía Verde, donde son prácticamente una plaga.
En este sentido, el concejal delegado de Servicios Operativos, Javier Pineda, ha señalado a este periódico que desde el Ayuntamiento de Lucena ya se han estado llevando a cabo trabajos de fumigación para controlar una expansión desmesurada de estas colonias de orugas, tanto en parcelas y zonas verdes de la zona oeste como en el propio colegio Al-Yussana, a petición de su directora.