Tal confusión es la que provoca ese sentimiento de incredulidad entre los españoles, sobre la tan repetida voluntad de cambio, que irremisiblemente, y como en ocasiones anteriores, quedará en "un más de lo mismo" que tanto complace a Rajoy, incapaz de romper con sus rutinas y al temor de materializar nuevas incorporaciones de gente joven y preparada llevado por su eterna desconfianza, a pesar de encontrarse en un momento idóneo por la crisis que está padeciendo el PSOE y las discrepancias internas de Podemos entre Iglesias y Errejón.
El jefe del Ejecutivo ha preferido continuar soportando todo de tipo de insultos, descalificaciones y vejaciones, si a la postre y con la abstención del PSOE, ha resultado ser investido y lograda una segunda legislatura, circunstancia que le permite formar parte del selecto club de presidentes con dos mandatos, algo conseguido hasta por el inefable y nefasto Zapatero (PSOE), y en paralelo, eludir el pasar a la Historia como "Mariano I el Breve", al menos por el momento, algo que le ha tenido traumatizado durante casi un año y solo los suyos conocen el sufrimiento que le ha acarreado.
Las reiteradas llamadas al diálogo y consenso, que ya aburren a las ovejas, son un canto a la nada. No se producirán cambios sustanciales en la política en base al perfil de los ministros nombrados, y si se requiere dedicarle un gran cuidado a mantener lo conseguido, como por ejemplo haber eludido unas terceras elecciones en las que podría haber ocurrido de todo, motivado por una durísima campaña electoral, en la que ineludiblemente aflorarían nuevas corruptelas con las consiguientes consecuencias....
En cuanto a los nombramientos, la estrella ha sido Cospedal García (en el apellido del padre no aparece el "de" por ningún sitio) como ministra de Defensa que compartirá con su actual cargo de secretaria general del PP. Rajoy sabe que no son puestos compatibles y además, tampoco es correcto por parte de doña Dolores el comunicar en rueda de prensa ante periodistas que previamente a la celebración del Congreso del PP ella que continuará en ambos puestos, lo que ha sido considerado como una falta de respeto a los afiliados.
Sobre los ceses de Jorge Fernández y José Manuel García -Margallo, como ministros de Interior y Asuntos Exteriores respectivamente, en el primero de los casos cabría cierta justificación, pero totalmente desafortunada la baja del segundo, una de las cabezas mas brillantes del Gobierno anterior, dotado de una cultura extraordinaria, gran experiencia y con una claridad y capacidad de exposición de la que carecen varios de sus colegas, pero al parecer, dichos atributos no coinciden con el criterio del presidente y alguno de sus asesores. Los versos sueltos no son del agrado de don Mariano...
Existen decisiones tomadas por el Jefe del Ejecutivo que no son del agrado de sus barones pero en el PP, como partido muy disciplinado las órdenes no se discuten...Ahora lo que toca es materializar todo lo predicado, comenzando por la aprobación de lo presupuestos y a esperar cuanto tardará en llagar una posible moción de censura...¡¡Tiempo al tiempo!!.