.
No es fácil ser y sentirse socialista y militar en el PSOE en los momentos actuales. Hoy ser y sentirse socialista duele.
Duele que:
Impere la beneficencia y la caridad frente a la justicia y el derecho.
Seis millones de personas no tengan trabajo, la mayor afrenta a la dignidad del ser humano.
Para obtener el poder valga todo. Pactar con acosadores o con cualquiera de las derechas.
Vivir por debajo del límite de subsistencia se solucione con comedores de caridad y con auxilio social (triste recuerdo de otra época)
Los EREs de Andalucía y todos los casos de corrupción que tenemos en nuestro partido.
Perderse en debates y conferencias si al mismo tiempo no se está en la calle con las personas que más nos necesitan.
Las estafas de las preferentes.
El ruido que hacemos hablando de nombres y no de los problemas que importan a las personas.
No hacer lo suficiente para impedir los desahucios.
No seamos capaces de poner a nuestros regidores a diseñar políticas generadoras de empleo.
Ver a representantes del PSOE en la cárcel.
Si un banco quiebra lo rescata el estado. Si una familia quiebra la echan a la calle.
Con la corrupción en el PP: Naseiro, Fabra, Camps, Bárcenas
no pasa nada. Ninguno de ellos visitará la cárcel.
Tengamos personas en instituciones públicas, oportunistas, subidos al carro del poder, que, sin ser socialistas, gobiernan en nombre del PSOE y a los que tendremos que desalojar.
Ver los retrocesos en educación, sanidad y pensiones.
De este sentimiento de dolor hay que salir y lo haremos. Lo haremos juntos con los hombres y mujeres que un día nos dieron la espalda, a los que defraudamos. Y lo haremos porque nos duele su sufrimiento.
Somos muchos los socialistas que tenemos fuerza, ilusión, ganas de construir un proyecto de progreso que, saliendo desde las bases socialistas, devuelva a la ciudadanía la libertad, la justicia, el bienestar.
Tenemos que acabar con las crisis de iniciativas, con el todo vale, con todos son iguales y reforzar el estado democrático. Hoy el socialismo es más necesario que nunca.
El sentimiento de dolor se hace menor cuando la fuerza de ser socialista se convierte en esperanza de trabajar desde la honradez, desde la honestidad y desde la humildad, para conseguir un futuro mejor.
Antonio Sánchez Villatoro
NOTA: Este texto expresa única y exclusivamente la opinión del autor.
.