"La muerte es una putada".
Esta frase es tuya, Olga Bertomeu, y esta mañana la he subrayado cuándo he oído la triste noticia: Olga Bertomeu, ha muerto. Me he quedado inmóvil en medio de la cocina. Sospechaba que te pasaba algo, pero ignoraba lo que era.
Tanto a mi, como a todos los "escuchantes" – como tú decías–, nos cuesta aceptarlo.
Desde que te descubrí en la radio, siempre te escuchaba. Era una delicia escuchar esa voz cercana, cálida, amiga, franca, espontánea…Grandísima comunicadora.
Ese característico tuyo: "A los buenos días", hoy no lo son. No pueden serlo cuándo se nos ha ido una persona muy, muy querida, que no alardeaba de su cultura – atesorando mucha-, que rompió moldes y que ha sido UTIL a ésta sociedad.
No has dejado indiferente a nadie, Olga.
Los lucentinos, tuvimos el honor de tenerte a ti y a tu equipo, haciendo el programa mañanero el día 13 de Mayo del 2008.
Para mí fue un acontecimiento de los que más he disfrutado, por lo mucho que te admiro y te quiero. No puedo hablar en pasado.
Todo cuánto añada está de más. Me despido de ti con unas imágenes y con tu sentida dedicatoria hacia mi persona: " Para la paciente y encantadora Araceli, en recuerdo de nuestro encuentro en Lucena. Gracias por tu dedicación e interés. ¡Que se cumplan tus ilusiones! Éxito en tu vida: Besos. Olga Bertomeu".
Nunca te olvidaré porque fueron muchos apuntes los que tomé de tus enseñanzas.
Descansa en PAZ sabiendo que fuiste muy VÁLIDA en ésta vida, además de una maravillosa persona que supo comunicar y conectar con todo el mundo.
Hasta siempre Olga.