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Empezaré con un poema de un andaluz inmortal, Rafael Alberti, que dice así:
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.
Tú, en la cumbre de una rama.
Si, la paloma se equivocaba, pero permítanme, amables lectores de Lucena Hoy, que utilice este poema para trasladar, a la arena política, lo que quiero decir. Hoy, para mi partido, para el Partido Socialista Obrero Español su Norte, el NORTE, señala hacia el Sur.
Es en el Sur donde el PSOE ha marcado la diferencia, donde su renovación se ha ganado la confianza de los ciudadanos, es en el Sur donde se demuestra, día a día, hecho a hecho, que no es la "idea" sino que son los que, en teoría, sirven a la "idea" los que han fallado, los que no están a la altura de la "idea", los que en definitiva, en su día fueron el futuro, un futuro de esperanza, y hoy son un presente desilusionador.
No, a pesar de los pesares, a pesar de los errores, algunos muy graves, no, no y no; no somos lo mismo que la derecha. Hoy empieza el futuro de mi partido, entendiendo, con humildad, que la idea, es decir la ideología, está antes que las personas que la representan. Las personas somos imprescindibles para llevar la idea a término, pero ha sido un grave error, cometido al menos por una parte de la dirigencia de mi partido, pensar que las personas, es decir ellos, estaban por encima de las ideas y, por supuesto, ha sido también un grave error por parte de los militantes de base habérselo permitido.
Así pues, bienvenida sea la lección, Andalucía marca el camino. El Sur, el gran Sur indica el Norte del Partido Obrero Español y nuestros máximos dirigentes así lo entienden, y como no, felicidades a Lucena que, como parte importante del Sur, también señala al Norte demostrando que, sin quitar importancia a la personas sin las cuales nada tiene sentido, al final las ideas son lo importante.
Esta vez la paloma no se ha equivocado.
Juan M. Roldán