La vida constantemente nos esta poniendo pruebas, nos va haciendo caer en bromas, a veces algo pesadas, al menos yo quiero verlo así. Si siempre nos ocurrieran cosas maravillosas, acabaríamos por no saber identificarlas, y dejaríamos de sentirlas como tal, para tan solo sentirlas como lo cotidiano. A veces nos ocurre y dejamos de valorar lo importante, pensando que simplemente es normal y es lo que tiene que pasar.
Hay mil cosas que mueven nuestra vida, el trabajo, la salud, la familia… Pero cuando sentimos realmente que se remueve nuestro mundo, es con el amor.
¿Hay algo mejor que conocer a la persona indicada? Conocerla y saberlo, conocerla y que se paren los segundos, que el tiempo y el espacio se detengan para poder observar con mas detenimiento su sonrisa, la de sus labios y la de sus ojos, que esa si que llena.
Cuando tienes a esa persona cerca no necesitas nada más, porque las horas charlando parecen suspiros y las cenas a su lado son las más sabrosas del universo, todas las conversaciones son las más interesantes que has tenido hasta el momento, y puedes hablar de cualquier cosa porque te sientes la persona más entendida de la tierra y con más conocimientos para entender. Sólo tienes ganas de que llegue el momento de encontraros, el momento de sentir sus brazos rodeándote y sus labios fundiéndose con los tuyos para no separarse más. Toda la pasión es poca, cuando sientes su piel la noche se hace infinita y solo deseas que dure aún un ratito más, llegando a maldecir el alba.
Sí, si has sentido todo esto, es que el amor ha llegado a ti y efectivamente, estas enamorada.
¿Cuánto tiempo puedes tardar en saber que estas enamorada? ¿Días, cuatro o seis días, acaso semanas, dos semanas, cinco semanas? ¿Puedes darte cuenta, en apenas horas, de que la persona con la que estas hablando puede ser el amor de tu vida?
Y si… ¿Y si lo que crees que en cinco semanas se ha convertido en el amor de tu vida fuera una nueva prueba?
Una de las peores bromas que te va a jugar la vida, va a ser conocer a la persona indicada, en el momento equivocado. Es bastante pesada, pero en ocasiones la vida, nos prepara estas burlas, con ellas nos hace fuertes, nos mantiene alerta. Con ellas la vida nos enseña a amar, a estar preparados.
Puede que el momento sea el equivocado y que con el paso de los días te des cuenta que la persona resulta que no era la indicada y que solo era una falsa alarma de Cupido, que andaba despistado tirando flechas de pega. Entonces todo termina y simplemente queda el bonito recuerdo de unos días inolvidables y la experiencia de haber aprendido a dar y recibir amor.
Aunque también cabe la posibilidad de que el momento sea el equivocado, pero se haya puesto a esa persona en nuestro camino para saber que punto de resistencia tenemos al amar. Porque cuando la persona es la indicada, aunque el momento sea el equivocado, si el enamoramiento es puro se queda en stand by, y la tregua se convierte en una prueba, la cual demuestra si ese era el amor de tu vida y volverá para quedarse o sólo habían sido cinco semanas maravillosas junto a alguien especial.
De cualquier modo, esas cinco semanas nos habrán enseñado algo, si lo sabemos identificar, ese algo será una lección de vida y de amor, una de esas lecciones sencillas, que convierten las cosas buenas que nos pasan en cosas realmente maravillosas.
Tamara López Soria