Lo primero es diferenciar al Primo de Rivera que se menciona en el título del que recientemente han exhumado del hoy llamado Valle de Cuelgamuros. Esto se hace necesario en vista de cómo algunos medios de comunicación han confundido a Miguel Primo de Rivera (presidente del Directorio Militar o dictador de la dictadura de Primo de Rivera, valga la redundancia, entre 1923 y 1930) y José Antonio Primo de Rivera (hijo del anterior, fundador de la Falange) en algunos reportajes. Por ello, esta nota trata de Miguel Primo de Rivera.
En enero de 1928, Lucena estaba contenta porque el Gobierno había aprobado el desempeño de ropa en el Monte de Piedad. Tan bien se acogió la noticia que en la noche del 23 de aquel mes hubo manifestaciones y celebraciones en la Plaza Nueva y en El Coso, con un público «que no había de bajar de diez mil manifestantes, en su mayoría mujeres». La manifestación hubo de dividirse en dos comitivas por el gran número.
En el periódico La Voz (27-1-1928), encontramos los nombres de los responsables del Monte de Piedad lucentino: don Ricardo Cortés, «respetado y querido», era quien estaba al cargo de la entidad; don Rafael Alba, don Isidoro Lanzas, don José Serrano y don Francisco Evangelista. También ayudó el vicario don Joaquín Garzón Carmona.
Casi de manera inmediata, un grupo de mujeres relacionadas con la Unión Patriótica, con la ayuda del alcalde lucentino, Antonio Víbora, comenzaron una suscripción popular a 5, 10 y 15 céntimos destinado a un velón que iban a regalar a Miguel Primo de Rivera con la finalidad de agradecerle el desempeño de las ropas. Se trataba de un velón de 2.70 metros de altura y con el escudo del marquesado de Estella en una pantalla y un cupón del Monte de Piedad en el otro. En total, el velón se pudo realizar gracias a las 3127 mujeres lucentinas que habían hecho su aportación y el 22 de marzo ya podía admirarse en el escaparate de la Casa Sánchez de la ciudad de Córdoba para asombro de quienes pudieron comtemplarlo. Periódicos de Madrid, Cantabria, Cáceres y otros lugares de España publicaron la noticia de este velón que regalaron las mujeres lucentinas que, según los distintos periódicos, destacaron que eran obreras, madres, de la Unión Patriótica, etc.
El 10 de abril, varias personalidades lucentinas, con el alcalde al frente, tomaron el expreso hacia Madrid con el velón, que le fue entregado al entonces presidente del Consejo de Ministros al día siguiente por la tarde en una recepción en su despacho del Palacio de Buenavista. La entrevista duró bastante más de lo habitual, porque a Primo de Rivera se interesó por sus visitantes y pidió información de «las industrias de Lucena y la necesidades de la ciudad en general», como leemos en el Diario de Córdoba (12-4-1928).
Por último, el velón fue construido en los talleres de Antonio Ramírez Vargas.
Hemerografía:
El Progreso (12-4-1928).
Estampa (17-4-1928).
Diario de Córdoba (11-4-1928) (12-4-1928).
La Voz (27-1-1928) (25-3-1928) (11-4-1928).
La Voz de Cantabria (22-3-1928).
Nuevo Día (22-3-1928).
Recuerdos de Feria (1-5-1928).