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El concejal de Urbanismo, Miguel Villa, ha reconocido a LucenaHoy que la intención municipal de sacar en régimen de alquiler con opción a compra al menos una parte de las viviendas de protección oficial construidas en los últimos años por SUVILUSA está resultando más difícil de lo inicialmente esperado.
Según ha explicado Villa a este periódico, en el pasado mes de abril se iniciaron los contactos con la entonces Consejería de ObrasPúblicas de cara a modificar el régimen de venta de las promocionesconstruidas tanto en el Plan de Actuación Urbanística 1, popularmenteconocido como El Zarpazo, como en el Plan Parcial Oeste 1. La idea era cambiar su actual régimen de venta por el de alquiler con opción a compra, lo que al menos permitiría a la empresa municipal que sigue atravesando por una delicada situación económica pese a haber liquidado la deuda de más de 500.000 euros que mantenía con proveedores la obtención de una renta por lasmismas y la ocupación de una parte considerable de sus pisos, actualmente vacíos.
Sin embargo, las actuaciones han resultado hasta el momento infructuosas, dada la complejidad jurídica para modificar los cupos concedidos en su día por la administración autonómica para subvencionar la construcción de estas promociones. Según Villa, "aunque la Junta esta abierta a la posibilidad planteada por el ayuntamiento de Lucena hemos de reconocer que las dificultades son importantes y a día de hoy no sabemos si la iniciativa planteada por el equipo de gobierno será viable".
Así las cosas, parece que el consistorio tendrá que seguir intentando la venta como única vía para recuperar el dinero público invertido en su construcción. A ello se suma la necesidad de devolver una parte de las cantidades entregadas a cuenta por aquellosadjudicatarios que en su día se vieron obligados arenunciar a sus pisos al nopoder hacer frente al pago de los mismos ono obtener la financiación necesaria.
Actualmenteel ayuntamiento, a través de la empresa municipal Suelo y Vivienda deLucena (SUVILUSA), dispone de más de medio centenar de pisos de protecciónoficial y unas doscientas cocheras, y el ritmo de venta de los mismoses de apenas un piso al mes. A la situación del mercado se suman las dificultades para competir en precio con el stock de vivienda de promotores y bancos, que se ha rebajado considerablemente, mientras que la administración no puede realizar ventas por debajo de los módulos establecidos en su día como precio para estas viviendas protegidas.
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