Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea –ahora denominada Enaire- continúa sin conceder la autorización para el aterrizaje y despegue de helicópteros en la superficie que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía construyó hace un año para tal finalidad en una parte del suelo expropiado para edificar el Centro Sociosanitario. El Partido Popular aseguraba en la mañana de este miércoles que, tras la alegación formulada por Sevillana Endesa ante la Delegación de Urbanismo, "no tienen noticias" de que Aena haya oficializado el consentimiento preceptivo.
Paco Huertas, portavoz municipal del PP, expresaba que a su grupo "nadie le ha comunicado que se pueda usar" y añadió que "creen" que, en estos meses, no se ha utilizado. Asimismo, comentó que ninguna novedad sobre este asunto se ha tratado en la Comisión de Urbanismo por lo que deducen que la aprobación todavía no se ha rubricado.
La Administración Andaluza recordaba, en la nota de prensa emitida para participar la recepción del solar completo emplazado en el paraje Dehesa de la Villa de Lucena, que la inversión asignada al helipuerto ascendió a 142.000 euros y exponía –en presente- que "la instalación, de la que se benefician los casi 43.000 habitantes de la zona, permite reducir el tiempo de asistencia y traslado a los hospitales de la zona".
En su momento, la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Lucena otorgó la licencia de obras para el inicio de trabajos encaminados a ejecutar el helipuerto. En el transcurso de la actuación, Sevillana Endesa, que dispone en los terrenos de una servidumbre de paso y de un generador eléctrico, registró un documento oponiéndose al proyecto por los peligros que podría acarrear la circulación de helicópteros.
Los representantes de Sevillana Endesa, que según indicaron no fueron informados de las operaciones a realizar y se percataron de las mismas en una visita rutinaria, expusieron que la torre de alta tensión y los cables que circundaban la pista desaconsejaban el vuelo de aeronaves. Además, argumentaban que los helicópteros solo podrían acceder a la zona por una entrada –en la parte sur-, una limitación considerada peligrosa y que comprometería en diversas circunstancias a los pilotos.