Un regalo envuelto en dos semanas (Huracán 3 Lucena 0)

01 de Junio de 2013
Un regalo envuelto en dos semanas (Huracán 3 Lucena 0)

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Por encima de sus posibilidades. El Lucena bajó de las nubes y sucumbió en una atmósfera turbulenta. El Lucena vivió una fase de ascenso para la que tal vez no estaba preparado ni concebido. La disfrutó porque se la labró a base de tesón y esfuerzo. La participación del Lucena en la reunión de los equipos más fulgurantes de la categoría de bronce ha de valorarse como una gratificación al arrojo y a la gallardía de un plantel entregado. Un Huracán potentado destrozó al Lucena en el Polideportivo de Manises con tres goles irreducibles. El Lucena resistió hasta donde su aptitud se lo permitió. Una temporada ascendente en la que se atisbó la épica.

Un grupúsculo de raciales, quien sabe si premeditadamente organizados, retuvo y agredió al autobús del Lucena cuando se disponía a entrar en el recinto deportivo. El fútbol se retrasó quince minutos. El partido empezó bastante antes para el Huracán. El calentamiento de los celestes se acortó y violentó y algo después del primer cuarto de hora Fabiani ya había batido por primera vez a Limones. Rafael Carrillo, Falete, reeditó el once titular que se deshizo del conjunto de Nico Estévez en Lucena. El técnico valenciano situó a dos tanques, Morgado y Fabiani, en el área opuesta.

La emboscada alcanzó su cenit en la jornada previa al choque. El Huracán anunció insistentemente que las entradas se habían agotado. El propósito, según se confirmó a pie de campo, era disuadir a los seguidores del Lucena que previeran trasladarse a Manises. Que el celeste no incomodara al rojo. El fútbol celestial, no por su perfección sino por su altitud, presidió el choque desde el arranque. El Lucena parecía espabilado y Juanjo y Carlos Martínez enredaban por sus carriles. Luego se corroboraron estos hechos como espejismos y los dos extremos palidecieron.

Nico Estévez ubicó a Omar Sampedro en la mediapunta y los fornidos delanteros se incrustaban en el área para colisionar con los zagueros rivales. La esperanza lucentinista la representaba Jesús Lanza estático junto al cuero y frente a una barrera. El Lucena estuvo magníficamente plantado sobre la hierba artificial hasta el descanso. En el segundo acto se partió en dos mitades inoperantes.

Una intervención de Limones en un vis a vis con Fabiani, irreprochablemente resuelto, preludió el tanto del delantero local. Una asistencia entre líneas de Omar la cazó Fabiani y ejecutó una artística vaselina que superó a un Limones que se frenó en tierra inhóspita. Así, igualó la eliminatoria y descolocó al Lucena.

El mediocentro San Julián cabeceó sin pausa al larguero en una acción de estrategia al segundo palo del Huracán. Esta oportunidad surgió como el entremés que unió los dos primeros tantos locales. El lateral izquierdo Pomares aceleró con vigor por su banda y soltó un duro y seco chut que se introdujo en la portería de Limones. El disparo atravesó sin frenarse una carretera atestada de piernas propias y ajenas. El Lucena ya se sentía inferior.

El partido no respiraba y se generaban noticias constantes. Fede, con un testarazo en plancha, y Jesús Lanza, en un saque de esquina que envió directamente al larguero, avivaron a un Lucena deseoso de impresionar a Paco. El guardameta local también obstaculizó un lanzamiento que buscaba la escuadra del hispanoargentino Fede. El Lucena prosiguió aumentando sus estadísticas reacias al gol. Los celestes acusaron la soledad e impotencia de Fernando ante los centrales rivales.

El Lucena faltó a la segunda parte. Los de Falete adolecieron del domingo de las segundas jugadas y el Huracán encendió su motor con más diligencia que su oponente tras el descanso. Los visitantes atacaban con el aire en contra y también con la insoportable losa de notarse debajo en la renta global.

La opción de desplazar el balón por el piso se descartó en el Lucena y los esféricos frontales a los poderosos centrales rivales beneficiaba al Huracán. El segundo acto se distinguió por ser aún más físico. Sarmiento y Jesús Lanza cargaron con la desmembración táctica de un Lucena dividido sin concierto.

Falete recurrió a Álex Quillo y sentó en el banquillo a un Fernando errático. Una asociación de tiralíneas del Huracán concluyó con el tercer y último gol. Lo materializó Carreño. Lo precedió otra oportunidad más inacabada por el Lucena. Tomás Ruso solucionó en la línea de gol una falta ejecutada por Jesús Lanza. El Huracán festejó y despreció al Lucena. El conjunto de Falete cierra una campaña meritoria por la reacción a un comienzo nefasto. Quieren volver.
 
FICHA TÉCNICA:
HURACÁN VALENCIA CF: Paco, Alexis, Amarilla, Tomás Ruso, Pomares, San Julián (Pablo Vidal, min.79), Javi Rubio, Capdevila, Omar (Javi Salero, min.85), Morgado y Fabiani (Carreño, min.69).
LUCENA CF: Limones, Cruz, Curro Vacas, Obregón, Germán, Sarmiento (Gavilán, min.85), Jesús Lanza, Fede, Carlos Martínez (Javilillo, min.65, Fernando (Álex Quillo, min.76) y Juanjo.
GOL: 1-0, min.17: Fabiani; 2-0, min, 22: Pomares; 3-0, min.80: Carreño.
ÁRBITRO: Pinto Herrera, del colegio tinerfeño. Expulsó con roja directa a Juanjo (min.88), Gavilán (min.90), Javi Salero (min.88) y con doble tarjeta amarilla a Capdevila (min.89). Además, amonestó a los visitantes Carlos Martínez y a los locales Fabiani y Paco.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vuelta de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División, disputado en el Polideportivo Municipal de Manises en presencia de unos 2.000 espectadores. El encuentro comenzó con un cuarto de hora de retraso por los problemas que sufrió el autobús del Lucena para acceder al recinto deportivo.
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