Una ovación general del Romero Cuerda mitigó, al menos temporalmente, el intenso dolor de Pepe Díaz. Tanto física como mentalmente. Dos meses después, su brazo izquierdo volvió a romperse. El delantero de Almodóvar del Río, y uno de los puntales del vestuario del Lucena, sufrió el pasado domingo una fractura del cúbito en el partido que enfrentó a su escuadra y al Villanovense que concluyó con victoria de los locales por 3-0. Pese a la lesión, el futbolista manifiesta a LucenaHoy que su "reto" es "volver a jugar" antes de la conclusión de la presente temporada.
La acción que provocó el golpe se produjo a los cuarenta segundos del encuentro. El propio afectado relata la secuencia. "Nos pusimos de rodillas como siempre para protestar por los cinco meses de impago- y tras despejar nosotros, me anticipé a un defensa contrario para robarle el balón y su pierna impactó contra mí".
Según las primeras pruebas realizadas, el daño causado es limpio y el período estimado de baja es un mes aproximadamente. Los médicos con los que ha contactado han descartado su paso por el quirófano. Así, el alta médica coincidiría prácticamente con la última jornada de la liga, fechada para el 17 de mayo y en la que el cuadro de Serafín Gil recibirá al Marbella.
No obstante, Pepe Díaz mostró su satisfacción por las noticias que le han transmitido los doctores. "Los tornillos de la otra operación no están afectados". Cabe recordar que el pasado 2 de febrero, en el duelo que protagonizaron el Lucena y el Melilla, un choque frontal entre el portero Álvaro García y el atacante lucentinista, provocó en este último una rotura en la base del húmero. Un mes y medio después, 20 días antes de lo previsto y tras someterse a una intervención quirúrgica, el cuco regresó a los terrenos de juego.
En cualquier caso, precisa que se trata de dos incidencias que no están relacionadas. "Me duele mucho más que la otra vez porque implica la rotación de la muñeca y del codo; la fractura está 4 centímetros debajo de la zona rehabilitada del húmero, son dos huesos diferentes", apunta Pepe Díaz.
Superado el revés que lo lastimó en tierras extremeñas, muestra su gratitud a todos aquellos que lo auxiliaron. "La directiva del Villanovense estuvo de diez y también se portaron increíblemente bien los que me atendieron en el Hospital Comarcal Don Benito-Villanueva y los miembros de Cruz Roja".
Finalmente, y como muestra de su compromiso, admite que su mayor frustración es que el hecho aconteció en el primer minuto. "Podría haber sido más tarde en el 40 o en el 60 y así podría haber ayudado más al equipo". Igualmente, expresa su vehemente deseo de retornar antes del cierre del ejercicio y lanza un mensaje a sus compañeros de fatigas. "Tenemos que creer en nosotros para salvarnos".
MANUEL GONZÁLEZ