Natación, ciclismo y atletismo, en distancias interminables, para romper el propio límite personal. El deportista lucentino Miguel Jiménez Muñoz completó el pasado sábado un triatlón de larga distancia –conocido mundialmente como Ironman- que transcurrió por varias localidades españolas y portuguesas. 3.800 metros en el agua, 180 kilómetros en bicicleta y una maratón a pie conforman una prueba valorada como la más agotadora de la historia.
Miguel Jiménez Muñoz, después de largos meses de entrenamientos, satisfizo su anhelo de concluir el triple itinerario y, además, ocupó el lugar vigésimo primero en la clasificación absoluta –entre unos 250 participantes- y el séptimo en su categoría. Globalmente, precisó de 11 horas y 7 minutos.
En el sector de natación, firmó una marca de 1 hora y 15 minutos, en la etapa ciclista registró 5 horas y 32 minutos –el noveno mejor tiempo- y en los 42,192 kilómetros corriendo invirtió 4 horas y 13 minutos. Los calambres en los músculos isquiotibiales de la pierna izquierda, por el excesivo esfuerzo encima de la bicicleta, le afectaron severamente a partir del kilómetro 20 de la maratón.
El portugués Sergio Marques, quien llegó a la meta tras 9 horas, 15 minutos y 13 segundos, y la gaditana Esther Córdoba, al acabar la competición en 11 horas, 20 minutos y 49 segundos, se alzaron con la victoria en las categorías masculina y femenina.
Su esposa, familiares y miembros del Club Atletismo y Triatlón de Lucena animaron, alentaron y acompañaron a Miguel Jiménez Muñoz en un reto monumental que partió y finalizó en la localidad onubense de Ayamonte.