Eduardo Bouzón, Javier Martí Asensio y Víctor Vico. Estos tres dirigentes, y de acuerdo a un delimitado orden jerárquico, componen la cúpula rectora del Lucena CF. Una hora antes de que se presentara la primera plantilla y el Ciudad de Lucena, la terna que gestiona la entidad desde el pasado 4 de junio compareció, por primera vez, ante una repleta sala de prensa. Eduardo Bouzón, que ejerció como presidente, emitió tres objetivos claros: "sanear las cuentas del club, cimentar un proyecto deportivo sólido para conseguir el ascenso a Segunda División y potenciar la cantera para fomentar una base firme para el futuro".
El máximo responsable del Lucena CF comenzó su intervención leyendo un breve y asequible discurso. Seguidamente, con un tono sosegado y directo, respondió a las sucesivas cuestiones que le plantearon los asistentes, aunque declinó exponer cifras concretas sobre asuntos como el acuerdo entre la gestora saliente y los mandatarios, la deuda del club y el presupuesto para el ejercicio 2014-2015.
Con un aspecto elegante e impoluto y un trato cortés, Eduardo Bouzón aseguró que supone "un honor y una gran responsabilidad" representar al Lucena CF. "Pueden estar todos ustedes seguros de que vamos a realizar nuestro trabajo con total celo, lealtad y profesionalidad", aseveró.
Asimismo mostró su gratitud a los antiguos representantes del club por su "dedicación, horas trabajadas y esfuerzos empleados". No obstante, Javier Martí Asensio, en funciones de director general, añadió que "en menos de una semana se oficializarán, a través de la web corporativa, los cargos de la junta directiva" y se ratificó que se permanecerán en ella miembros de la gestora.
Eduardo Bouzón calificó de "emocionante" el desafió que afrontan. "Tenemos claro el compromiso con la ciudad y con los abonados y simpatizantes". Repetidamente, evidenció su empeño prioritario: "eliminar la deuda". Y su receta está compuesta por "trabajo, esfuerzo, constancia y humildad". Por lo demás, pretende satisfacer el déficit con "el proyecto deportivo y la profesionalización del club para poder llegar a altas cotas". Igualmente, aludió a los ingresos que se intentarán generar a través de "publicidad, abonos y otro tipo de actividades".
Eduardo Bouzón se apoyó en la "privacidad" para no señalar el dinero que se estipuló para el traspaso de poderes y la cuantía del débito. "Es algo que queda en nuestras mentes y en nuestros corazones y son acuerdos económicos privados que atañen a las partes interesadas y a nadie más", añadió. De la misma forma, emplazó a la sociedad lucentina al 30 de junio del año 2015 para conocer el presupuesto del curso deportivo que ahora arranca.
Pese a ello, auguró un "año difícil en lo económico porque cualquier lo es al empezar". Con el fin de disminuir los problemas, desveló su deseo de "buscar un sponsor bueno". Como muestra de su anhelo, presentó a Alexandra Deneux, miembro del equipo ejecutivo de Herbalife Internacional, una multinacional que patrocina, entre otros, al jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo.
Eduardo Bouzón justificó la tardanza en situarse delante de un micrófono por la decisión de "presentar un proyecto firme y sólido". "No queríamos demagogia pura, no queremos vender humo y ahora podemos demostrar algo claro, tenemos el equipo". En lo referente a la relación con el Ayuntamiento de Lucena, dijo que "el roce hace el cariñó" y se manifestó "muy contento" después de la primera reunión. "Mantendremos el contacto, también con los patrocinadores, y nos tomaremos mutuamente la temperatura", declaró.
Los nuevos administradores revelaron su "enamoramiento a primera vista" con el Lucena. "Ambas partes en alusión a la gestora y a ellos mismos- nos buscamos para cerrar el acuerdo". "Tenemos un fuerte compromiso con esta ya nuestra ciudad y queremos llevar al Lucena CF a lo más alto posible; primero a Segunda División, y luego, vamos a seguir soñando". Por último, subrayó que su proyecto es "a largo plazo" y vaticinó que esta temporada será "de transición y un poquito de travesía del desierto".
MANUEL GONZÁLEZ