El CD Lucecor y el Priego CF se midieron las fuerzas en tierras aracelitanas durante un derbi comarcal que cerraba la primera vuelta de este subgrupo B de Primera Andaluza Córdoba. Un duelo por la zona alta de la tabla donde los locales, mermados en sus dos últimos compromisos, recibían a un rival que salió victorioso en su último enfrentamiento.
La contienda comenzó con alternativas para ambos conjuntos, aunque fue el Lucecor quien estrenaría el marcador en los primeros compases. La firma la puso Víctor Castillo, quien mandó el balón al fondo de las mallas con una fantástica volea después del servicio aéreo de Andrés.
El conjunto prieguense, obligado a remontar, dominó la posesión del esférico, pero los locales gestionaron soberbiamente la ventaja a través de un repliegue atrás que evitó cualquier acometida rival.
El partido se volvió bronco y, tras una serie de faltas, emergieron las protestas en sendas plantillas. Estas quejas provocaron el enfado del técnico local, Alberto Guardeño, quien abandonó el terreno de juego después de que el árbitro, a instancias de su asistenta, castigara su comportamiento con la tarjeta roja.
Una decisión que también afectó al equipo prieguense, concretamente a su delantero Anto, quien vio la segunda tarjeta amarilla por juego peligroso al filo del descanso. Pese a la inferioridad numérica, los visitantes siguieron llevando la iniciativa del juego pero sin gozar de oportunidades claras de gol.
Esta tónica se repitió en la segunda mitad, con el Priego volcado arriba y el Lucecor castigando los espacios que dejaban a sus espaldas. En una de estas ocasiones, los locales ampliaron la ventaja a través de Jesús Guardeño, quien nada más ingresar en el terreno de juego superó al guardameta con un potente disparo dentro del área tras controlar con el pecho la asistencia de José Antonio Aguilar.
La efectividad de cara a portería de los lucentinos, sumada a su solvencia defensiva, conllevó el desgaste físico y mental de sus rivales, quienes no consiguieron concretar sus aproximaciones ante un David Gallardo que apenas tuvo que intervenir.
La sentencia llegó en la recta final, cuando, a la salida de un córner, Víctor López prolongaba un balón a Chorlo, que remató a placer ante la atenta mirada de la zaga prieguense. Pese a la abultada ventaja en el luminoso, los visitantes persistieron en su lucha por marcar el gol del honor, pero no fue posible.
Un resultado que conlleva la consolidación en la zona alta del Lucecor, quien cierra esta primera vuelta con cuatro victorias en ocho partidos disputados y con 13 puntos que le permiten ser segundos a la espera de que la federación resuelva un recurso contra el Almodóvar por alineación indebida que le podría sumar tres unidades más. Próxima parada, de nuevo en casa ante La Rambla y con la posibilidad de que la afición esté presente.