Tras los resultados acontecidos antes del encuentro, el filiar del Betis se veía obligado a ganar para seguir en la lucha por el play off, mientras que el Ciudad de Lucena debía puntuar para alejarse de la zona peligrosa. Ambas escuadras se citaron sobre el terreno de juego ante la mirada de la mayor afluencia de aficionados hasta la fecha.
Pero la superioridad en la grada hizo contraste con lo que se vio sobre el césped. El Betis, comandado por Rodri (18 años), saltó con personalidad y desplegó una circulación fluida del esférico, lo que paralizó a un atónico y retrasado Ciudad de Lucena, obligado a esperar atrás y jugar en largo a causa de la alta presión verdiblanca.
Este Betis, máximo artillero de la categoría, disfruta de un imán con el gol. Este superpoder se presentó en el rechace que provocó el primer tanto. Ante la confusión de si era fuera de juego o no, Sillero despejó de puños sin contundencia un balón que rebotó en Abreu y se introdujo en la portería.
La suerte no le sonreía. Y más cuando en frente tienes a Rodri, capaz de salvar una entrada, girarse ante tres rivales, levantar la cabeza y apoyarse en un compañero libre para que este asistiese a Nieto. El delantero bético definió al palo corto y Sillero no pudo hacer nada. El propio guardameta iba ser protagonista diez minutos más tarde con una estirada a bocajarro.
La ventaja de dos goles se quedaba corta para el peligro que habían creado. Tras la reanudación, Diego Caro reestructuró al equipo e introdujo a Mario. Pero el encuentro cambió con la salida del bético Rodri y la entrada del lucentino Quique. El primero dejó a su equipo sin el control del esférico, mientras que el último fichaje celeste supuso aire fresco para los minutos decisivos.
A los cinco minutos de su ingreso, Quique recibió de espaldas en el borde del área, se giró y con la zurda se inventó un latigazo al que nada pudo hacer Marín. Con la reducción de distancias, el público y los jugadores creyeron en una remontada que finalmente no se consumó. Y eso que Sillero prolongó la vida celeste con una salida prodigiosa.
El Betis se liberó del empuje local y Tellado anotó con un disparo cruzado en el añadido. Parecía que la esperanza del Ciudad se disipaba por completo, pero Núñez volvió a creer y de primeras se acercaba al empate con una volea espléndida. Pero no hubo tiempo para más. El árbitro pitó el final, lo que significó la séptima derrota del Ciudad de Lucena y la inclusión del Betis Deportivo en zona de ascenso.