Dos meses después sin percibir el calor desde las gradas, el Ciudad de Lucena se reencontró con su afición en su cita como local contra el Pozoblanco. Un encuentro que, además de tratarse de un derbi provincial, tiene lugar en un momento clave de la temporada en el que los celestes podían certificar matemáticamente su pase a la siguiente fase.
Un objetivo al que el Ciudad de Lucena se aproximó minutos después del pitido inicial en una acción donde Mario Ruiz detuvo el tiempo cuando llegó a línea de fondo para bombear el cuero a un Michael Conejero que con gran precisión lo envió con la testa al fondo de las mallas.
Sin embargo, este gol tempranero no supuso un varapalo psicológico para el Pozoblanco, que mantuvo alejado de su portería al cuadro local y merodeó con cierta continuidad los dominios celestes. Una tendencia que se diluyó conforme se aproximaba el descanso gracias a un mayor control de la posesión por parte del Ciudad de Lucena.
Este dominio se prolongó tras la salida de vestuarios, cuando antes de la media hora el Ciudad de Lucena amplió de forma holgada su ventaja con Conejero y Ruiz de nuevo como protagonistas. El primero de ellos puso el broche a una gran maniobra dentro del área con una asistencia de gol a Nacho Fernández, quien no perdonó.
Instantes después, Mario Ruiz divisó desde campo propio el desmarque de un Alan Araiza que con el balón en los pies superó al guardameta por alto para posteriormente anotar su primer gol con la equipación celeste; aunque no el último, ya que el futbolista mexicano aprovechó seguidamente una sucesión de rechaces en el corazón del área para consumar el doblete.
Las escasas posibilidades de remontar por parte del Pozoblanco se redujeron aún más cuando el arquero local le ganó un mano a mano a David España. Aún así, el conjunto del valle de los Pedroches no desistió y recogió sus frutos en la recta final con un tanto de Valentín a la salida de una jugada a balón parado.
Sin embargo, este gol del honor no hizo peligrar la victoria del Ciudad de Lucena ante su afición. Un resultado que le permite coliderar la clasificación junto al San Roque de Lepe y certificar de forma matemática su pase a la siguiente fase de la competición, en la que serán esenciales los puntos que se puedan conseguir en los tres partidos restantes con el objetivo de allanar el camino hacia el ansiado ascenso.