Borremos del calendario el 29 de diciembre de 2015 y, agrandando la quimera, inventemos hipótesis imposibles sobre un Lucena Club de Fútbol que esquiva con incontables burlas su ineludible derrumbamiento y se inscribe con escudo y sin dinero en la División de Honor. ¿Se imaginan, por estas fechas, una pugna con balón entre el Lucena CF y el CD Ciudad de Lucena? Una realidad comparable sucedió hace una semana en Chapín, por cierto, un estadio cuyo césped imita exactamente las medidas del maltrecho Ciudad de Lucena. Más coincidencias para un relato que en Jerez de la Frontera se sobredimensiona. Por un lado, el Xerez Club Deportivo. Un siglo de peripecias, el éxtasis moral y eterno del bloque de Bernd Schuster la ascensión a Primera División el 13 de junio del 2009 o el 1-2 en el Calderón. De otro, el Xerez Deportivo Fútbol Club. El fútbol moderno, tres años de vida, más de 3.000 abonados y el trasvase ingente de una afición que consistió el hechizo.
Fran Reina contempló desde la grada el triunfo de un FC con la madurez adelantada frente a un Xerez Deportivo que sin Carlos Fontana –renunció al cargo de entrenador por una presión que lo desbordó- y con Vicente Vargas en el banquillo se resetea en esta tercera jornada de la liga frente a un Ciudad de Lucena imbatido y sin mancha en su portería.
El entrenador celeste se refleja en el espejo de sus raíces en este encuentro (Estadio Ciudad de Lucena; domingo 19:00 horas). Fran Reina, siendo futbolista perteneció a la cantera del Xerez Club Deportivo y una insuperable lesión en la rodilla segó prematuramente su carrera cuando militaba en el Jerez Industrial, conjunto en el que permaneció una década su padre, Juan Reina Aroca, maestro de Matemáticas y que después compaginó la pizarra del aula con la del vestuario. Cada mañana, les contaba a sus alumnos –posiblemente del colegio Federico García Lorca, de La Granja o de Pío XII- el resultado precedente hasta que se convirtió en entrenador y su hijo heredó el amor por este oficio.
Aparte de haberle ayudado a consumar ascensos a Tercera y Primera Andaluza, las enseñanzas transmitidas por su progenitor a Fran Reina seguramente también le servirán para gestionar el contratiempo de Chico. Circunstancias personales se deslizan como la causa de la ausencia en tres entrenamientos de esta semana del delantero de Coria del Río. La dirigencia del Ciudad de Lucena se ha autoimpuesto un ultimátum: solución en breve de este caso o se activa el mecanismo para incorporar a un sustituto. En la lista de futuribles, destaca José Andrés Suanes Crespo, ariete de La Carlota (Córdoba), que a sus 30 años, se ha desempeñado en ocho escuadras de Tercera División. La última de ellas el Alcalá, ciclo que acabó con 4 goles.
Curro Vacas, por la doble amarilla que asimiló en San José de la Rinconada es baja al igual que Víctor Egea, en este caso por lesión. Fede Acuña –su ficha ya se ha tramitado en Andalucía-, Javi Ruiz y Naoki son los candidatos para reemplazar al capitán.
El Xerez Club Deportivo, con efectivos como el portero David Zamora, Alberto Orellana, David Narváez, José Vega o Pedro Carrión, proseguirá en Lucena estirando una vida de sentimientos añejos y desengaños interesados, protegidos obstinadamente por la Asociación Deportiva Afición Xerecista, administradora del club y que en agosto percibió, por parte del presidente oficial Ricardo García, el 10% del paquete accionarial. Ejemplo de una base comunitaria, invisible en el final de la amargura del Lucena Club de Fútbol. La historia del Ciudad de Lucena es su propio presente.
Lucena Futsal Subbética-Xerez Toyota Nimauto, primer partido de la liga en el grupo V de Segunda División B
El Xerez Toyota Nimauto de Sergio Barroso, equipo enmarcado en el Xerez Deportivo Fútbol Club, es el rival que visita el Pabellón Polideportivo de Lucena, el domingo, a las 12:30 horas, en la inauguración del curso liguero en el grupo V de Segunda División B. El Lucena Futsal Subbética, dirigido en esta campaña por José Pineda, afronta el ejercicio con una plantilla reconfigurada a base de nueve fichajes –todos ellos de la comarca- y tres renovaciones: Pingu, Manu Aragón y Cabrera. Los disgustos en la pretemporada se han aceptado como un aprendizaje forzado antes de un año en el que la única conexión con el anterior es la Copa del Rey.