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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba acoge desde este lunes el juicio con jurado a un hombre, acusado de asesinar con varias puñaladas al amante de su exmujer, además de quebrantar una orden de alejamiento sobre la misma, en un área de descanso en el término de la localidad vecina de Luque, hechos por los que la Fiscalía solicita para él penas que suman 21 años de prisión.
Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado, E.A.P. y de unos 48 años, fue condenado en junio de 2010 por un juzgado de Jaén con la prohibición de acercarse y comunicarse con su mujer por un delito de maltrato habitual, tres delitos de maltrato y una falta de vejaciones durante 12 años.
No obstante, el acusado, que en el momento de los hechos estaba separado de su esposa, con la que llevaba casado 20 años y tenía cinco hijos, aunque sabía que la última hija era fruto de una relación sentimental extramatrimonial que mantenía su esposa con un hombre, "guiado por el odio que sentía" hacia dicho hombre, y conociendo que la relación entre ambos continuaba, supuestamente comenzó a seguir a la mujer para "sorprenderlos, a sabiendas de que se veían fuera de Alcaudete (Jaén), donde los dos vivían".
En este sentido, según el fiscal, para estas citas salían del pueblo cada uno en su automóvil y se encontraban en un área de descanso en las proximidades, donde la mujer dejaba aparcado su coche, se subía al coche del varón y se dirigían a Doña Mencía (Córdoba), donde realizaban sus encuentros.
Así, el procesado, en la tarde del 25 de mayo de 2011, conocedor de que ambos iban a encontrarse, salió de su casa en una moto y se dirigió a inspeccionar las áreas de descanso próximas, donde la mujer podía haber dejado su vehículo, que encontró aparcado en un área situada en un tramo antiguo y en desuso de la carretera N-432, en el término municipal cordobés de Luque.
A continuación, el acusado volvió a su casa y llamó a una de sus hijas, a la que le dijo que había visto el coche de su madre en un área de descanso, aunque no a ella ni al otro hombre, y quería que lo acompañase a ese lugar para "ver quién era su madre", según el fiscal, quien añade que ante su negativa llamó al hijo con el que convivía él y le pidió que volviera a casa para llevarlo a "hacer un recado".
De este modo, el hijo volvió al domicilio y el padre, que sabía que estaba obligado a cumplir la prohibición de aproximarse a su exmujer y "con la intención de sorprender" al hombre con la mujer y "acabar con la vida" del amante, supuestamente cogió una bolsa verde con un cuchillo, subió al coche de su hijo y le dijo que condujera en dirección a Baena, aunque durante el trayecto le comentó que iban al área de descanso donde estaba aparcado el coche de su madre.
"AGRESIÓN REPENTINA"
Sobre las 23,00 horas del día 25 de mayo llegaron al lugar, donde "se encontraban completamente solos" la mujer y el hombre fuera de sus coches, momento en el que se bajó del coche el acusado, con la bolsa con el cuchillo en la mano, y, "aprovechando la oscuridad y lo aislado del lugar", supuestamente se aproximó de frente al hombre y "sin que pudiera ver lo que llevaba en la mano y sin tener oportunidad de defenderse por lo repentino de la agresión", comenzó a clavarle el cuchillo "de forma brutal y repetida hasta que cayó al suelo", relata el fiscal.
En concreto, según el Ministerio Público, le dio seis puñaladas "en breves instantes" en distintas partes del cuerpo, como el tórax y el abdomen; mientras que la mujer y el hijo no pudieron impedir la agresión y prestarle auxilio a la víctima, "debido a lo inesperado del ataque".
Tras ello, el procesado aprovechó que el hombre estaba mortalmente herido en el suelo y que la mujer intentaba socorrerlo, abandonó el lugar de los hechos con la bolsa verde en la que llevaba el cuchillo y "en la huida se deshizo del arma, con el fin de dificultar la investigación".
Cabe destacar que el acusado está en prisión provisional por estos hechos desde el 27 de mayo de 2011, mientras que la víctima estaba casada y tenía cuatro hijos. El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía por el que pide 20 años de cárcel para el procesado, y un delito de quebrantamiento de condena, por el que solicita para él un año de prisión.
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