Seguro estás aquí porque has pensado una y mil veces en cuál actividad física es la indicada para la salud de tus hijos. Si tienes curiosidad acerca del yoga, quédate para que aprendas, tomes la mejor decisión y así, mientras tus hijos entrenan, tú disfrutas en casa de un buen programa de televisión, de la lectura de un libro, de tu video-juego favorito de una partida en el casino.
¿Qué es el yoga?
El yoga es una antigua actividad física y mental originaria de la India que tiene como objetivo unir cuerpo y mente, favoreciendo el equilibrio integral de la persona en todos los niveles. A través de ciertos ejercicios y posiciones corporales asociadas con la respiración, que se denominan posturas. El yoga promueve la relajación, el equilibrio, la conciencia y el control sobre la mente. La palabra yoga tiene varios significados: controlar, unir, concentrar. Durante la práctica de yoga, el objetivo es desafiarte a ti mismo físicamente, pero no sentir la sensación de “ser demasiado”, manteniendo tu enfoque en la respiración y la mente en calma. En una sociedad actual con una elevada cantidad de estímulos, que dificultan la concentración, y con un día a día sobrecargado de vida personal y profesional, el yoga ofrece un oasis de calma y serenidad.
El yoga trabaja el cuerpo y la mente de forma interconectada. Por medio del ejercicio y la meditación, los ejercicios brindan muchos beneficios, incluso cuando se aplican a los niños. Con más de 5 millones de practicantes en Brasil, la técnica puede ayudar a combatir el estrés en los pequeños que tienen una rutina intensa.
Además de su día a día escolar, los niños toman clases extraescolares, practican deportes, juegan videojuegos y tienen una vida comprometida desde pequeños. Sin embargo, tantas obligaciones pueden tener un efecto negativo en la calidad de vida. Y aquí es donde entra el yoga.
La práctica hace que los niños aprendan técnicas de salud, relajación y realización interior, para que enfrenten los desafíos de la vida con más tranquilidad y armonía. Además, contribuye a la autoestima y al desarrollo de la conciencia corporal, fomentando la cooperación y la compasión, valores que se llevan hasta la edad adulta.
¿Qué efectos positivos tiene esta milenaria práctica para los más pequeños?
La práctica se puede realizar de una a tres veces por semana. Además de ser un excelente ejercicio físico, aporta numerosos beneficios a los jóvenes practicantes, entre ellos:
• Mejor flexibilidad;
• Aumento de la fuerza física;
• Mayor coordinación motora;
• Conciencia corporal;
• Concentración;
• Mejora en la respiración;
• Calma;
• Relajación física y psicológica;
• Unión con la naturaleza
¿Cómo funciona enseñar yoga a niños?
A diferencia de las actividades dirigidas a adultos, el yoga para niños necesita asumir un papel más lúdico, estimulando a los más pequeños de forma divertida y amena. Por esta razón, el enfoque debe ser adecuado para ellos. Puedes, por ejemplo, hacer ajustes para que el momento sea más ligero e inclusive divertido.
Algunos de los complementos a los que pueden adherirse los instructores son:
• Incluir sonidos de animales en las diferentes posturas;
• Utilizar instrumentos musicales;
• Trabajar con la narración;
• Jugar con dibujos que se refieren a la práctica;
• Poner música durante la actividad.
Cabe señalar que esta actividad no está adherida a ninguna religión o sistema de creencias específico, es solo una herramienta para lograr el bienestar mental y emocional. Normalmente la primera clase es libre para dar espacio a la persona a elegir si es el tipo de yoga que más le conviene y si ha creado empatía con el profesor, un paso muy importante en la práctica.