Si hay algo por lo que España es conocida es, sin duda, su cultura en todos los sentidos. Destaca por su riqueza histórica, arquitectónica, artística, musical, festivalera… pero, sobre todo, por su riquísima cultura culinaria. En este sentido, en Cataluña encontramos un tesoro en patrimonio gastronómico. Esta bonita región al norte de la península combina la tradición castellana con los alimentos más preciados de la dieta mediterránea que, al unirse en la cocina, nos brindan un resultado exquisito que ha triunfado a nivel local y mundial.
Platos tradicionales catalanes
Empezaremos presentando algunos de los platos más tradicionales de Cataluña; aquellos que se han ganado la fama y el reconocimiento por su sabor excepcional y único.
La inigualable escudella i carn d’olla es la primera que merece aparecer en nuestra recopilación. Se trata de un plato que se cocinaba antiguamente para pasar el frío y era muy popular porqué cundía muchísimo. En Cataluña, el caldo se elabora con verduras como zanahoria, patata, cebolla, col, apio, puerro..., carne de pollo y vacuno y legumbres. Cuando el caldo está a punto, se cuelan todas las verduras, la carne y las legumbres, que se servirán a la mesa en una fuente, junto con la sopa de galets preparada con el propio caldo.
Aunque el segundo no es un plato muy elaborado, creemos que debe aparecer también aquí por su elevada popularidad. Se trata del pan con tomate, algo tan simple como esparcir tomate por encima de una tostada de pan, y añadirle sal y aceite posteriormente. Si nos acercamos a esta región nos daremos cuenta de aquí el pan solo se sirve así, y que suele acompañar a quesos o embutidos.
La paella, o arroz caldoso, es otro plato muy tradicional y la versión catalana ejemplifica de una forma muy gráfica la combinación de paisajes de este territorio: el mar y el monte. Así, se trata de un arroz o paella típico, pero con la particularidad de que se elabora normalmente con carne de conejo y crustáceos, combinando ambos sabores en un mismo plato.
Por último, presentaremos el postre más famoso de Cataluña: la Crema Catalana. Para aquellos que no lo conocen, podríamos decir que es muy similar a una crème brûlée, hecha a base de leche, huevos y azúcar, y aromatizada con canela y piel de limón. Sin embargo, la guinda de este plato es el azúcar que se le quema por encima justo al servirse, y que le da un toque crujiente y dulzón a cada cucharada.
Cultura de tapas en Cataluña
En la identidad culinaria de la península se encuentran, sin lugar a duda, las tapas, pequeñas raciones de platos tradicionales que acompañan el vermut, o que sirven de primer plato en muchos restaurantes.
Si queremos vivir de pleno la experiencia del tapeo, recomendamos encarecidamente a nuestros lectores que se desplacen hasta el barrio del Poble Sec de Barcelona, donde vivirán una vibrante experiencia entre sus bares de tapas. Quimet i Quimet, un bar de tapas de toda la vida; La Platillería, que ofrece tapas más elaboradas y de grandísima calidad o, El Blai 9, conocido por sus pinchitos y su grandísima oferta a la que no será fácil resistirse, son algunos de los locales más concurridos.
Si bien en Poble Sec el ambiente es muy auténtico y animado, son muchos los locales donde podremos disfrutar de unas buenas tapas alrededor de toda la Comunidad. Así, si tenemos ocasión, recomendamos disfrutar de unas buenas tapas en los pueblos costeros, donde habrá más oferta de marisco y pescado fresco; aunque tampoco será fácil resistirse a los restaurantes de montaña con sus guisos y carnes de gran calidad.
Mercados icónicos
La comida elaborada es la principal joya gastronómica de Cataluña, pero no podemos eludir la variante gastronómica más interesante del territorio: los icónicos mercados de alimentos frescos.
En la ciudad condal se encuentra uno de los mercados más conocidos a nivel mundial: La Boquería. En plena Rambla de Barcelona tenemos un mercado cargado de historia y encanto, cuyas callejuelas nos dejarán boquiabiertos. Paradas con una interminable oferta de frutas y verduras que nos recuerdan a los gráficos de la tragamonedas Platin Casino España Fruitopia, pescaderías y carnicerías como las de antes, puestos de especias que nos transportan a otros países, y restaurantes de todo tipo son solo algunas de las sorpresas que aguarda este lugar.
En la misma ciudad condal, hallamos otro mercado de parada obligatoria: el Mercat de la Llibertat. En el barrio de Gràcia se encuentra una joya arquitectónica del siglo XIX, que entre su esqueleto metálico, la cerámica vidriada y el ladrillo visto da cobijo a un mercado mágico. Su oferta gastronómica es por supuesto de lo más variada, aunque lo más bonito y preciado de este lugar es el ambiente que se crea alrededor de la gastronomía.
Conclusión
Estamos bien seguros que después de esta pequeña muestra del innegable valor culinario de Cataluña nuestro primer impulso es organizar una salida gastronómica, ¡y creemos que sería una decisión de lo más acertada! Cada región de la península tiene sus propios rasgos culturales, y creemos que la única forma de experimentar los sabores y tradiciones únicos catalanes es probarlos con nuestro propio paladar.