'Cardioproteger' la Semana Santa de Lucena –y de otros municipios de similares características– es el proyecto pionero de Meduba, una empresa malagueña vinculada a nuestra localidad a través de algunos de sus profesionales. La iniciativa consiste en dotar de desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) a los pasos procesionales para, de este modo, acortar al máximo el tiempo de respuesta en caso de un fallo de corazón, ya sea de quienes participan como costaleros, santeros o portadores y realizan un importante esfuerzo físico, como a cualquier persona que se encuentre disfrutando del desfile en la calle o en medio de una aglomeración de público en situaciones en las que los medios sanitarios habituales pueden tardar en llegar unos minutos que pueden resultar vitales.
Esta propuesta se ha etiquetado con el título Paso Cardiosegurado y desde Meduba pretenden que, por un módico precio, se convierta en habitual en las principales "semanas santas" andaluzas. El desfibrilador que suministra la empresa –en régimen de alquiler- está diseñado para utilizarse fuera del ámbito hospitalario y aplicado sobre el tórax, analiza el ritmo cardiaco de la persona y verifica si es adecuada efectuar la maniobra cardiaca. El servicio se completa con la formación sobre su correcto uso a un miembro de la cofradía.
La iniciativa ha sido ya presentada a la Agrupación de Cofradías de Lucena. Su presidente, Francisco Requerey señalaba hoy que "es una medida interesante", por lo que se ha dado traslado de la misma a la totalidad de las cofradías y hermandades lucentinas, tanto de pasión como de gloria, para su estudio. Algo similar ha ocurrido en otras ciudades como Antequera o Velez Málaga. En las capitales de provincia, los dispositivos sanitarios se cubren con asistencias de vehículos del Servicio de Emergencias 061.
En España, las estadísticas apuntan que se produce una parada cardiaca cada 20 minutos –un total de 25.000 en zonas extrahospitalarias- y los fallecidos por esta causa en nuestro país superan a las causadas por accidentes de tráfico.
El uso del desfibrilador externo semiautomático durante los primeros minutos es fundamental para la supervivencia de la víctima de una fibrilación ventricular. Si se aplican los desfibriladores en menos de 3 minutos desde que se desencadena la parada cardiaca, la probabilidad de supervivencia aumenta un 90%?, y si se atiende al afectado en menos de 5 minutos, las posibilidades de un desenlace positivo alcanzan el 50%.
Los equipos no modifican la estética del trono ni de la imagen en ningún caso, puesto que están planteados para que su presencia pase desapercibida.
En la actualidad, todas las comunidades autónomas tienen normativas en lo concerniente a desfibriladores, a excepción de Madrid cuya ley está en período de trámite. Regiones como Andalucía, Cataluña, País Vasco y Canarias han establecido legalmente los espacios de acceso público que están obligados a tener instalados desfibriladores. Gracias a iniciativas como esta ahora la Semana Santa puede ser también uno de esos espacios.