Rafael García, manijero de las Servitas: "Debemos aprender de los santeros viejos para que no se pierda la santería"

03 de Marzo de 2014
Rafael García, manijero de las Servitas: "Debemos aprender de los santeros viejos para que no se pierda la santería"

Moldeado en septiembre y convalidado en abril. Rafael García Muñoz (22-09-1991) mandará el Martes Santo a Nuestra Señora de los Dolores 'Servitas' influenciado por la santería antigua. Sublima el testimonio y el magisterio de los santeros más avezados y desaprueba a aquellos que vituperan sistemáticamente esta tradición lucentina sin participar en ella. La modestia y la consideración hacia el prójimo perfilan a un lucentino convencido de la perdurabilidad de la santería.

 
-¿Por qué es manijero de Nuestra Señora de los Dolores 'Servitas'?
Sinceramente, yo tenía muchas ganas de ser manijero de una Virgen en Semana Santa. Las Servitas me gusta muchísimo, es chiquita, aunque con un palio bastante considerable. Por todo ello, escribí la carta a la junta de gobierno de la cofradía y un año más tarde me lo confirmaron afirmativamente. Desde el 2012 sé oficialmente que iba a ser manijero.
 
-¿Qué tipo de cuadrilla ha conformado?
Globalmente es una cuadrilla joven porque todos estamos entre los veinte y los treinta años. No obstante, es veterana en lo que respecta a las santerías realizadas ya mis santeros acumulan experiencia. Para mí, por supuesto, el grupo de hombres es muy bueno.
 
¿Cómo piensa que afectará la modificación de la parihuela y la incorporación de dos sitios más?
Creo que es una ventaja puesto que hay dos santeros más. El peso del trono va a ir más repartido y, como es algo novedoso, solo cuando termine el Martes Santo podré contar realmente qué ha supuesto el cambio.
 
¿Cómo vive la juventud la santería?
Los jóvenes aprendemos de los santeros viejos porque de ello se trata. Es la única forma de que la santería nunca se pierda. Es fundamental que se vaya traspasando el saber de esta tradición. Afortunadamente, yo en las santerías que he hecho he compartido momentos con santeros antiguos y me han ensañado muchísimo. Yo le recomendaría a los jóvenes que no miren el sitio, que le concedan importancia a ir rodeado de amigos y de gente que les transmitan instrucciones para hacerse santeros.
 
¿Qué instrucciones y conocimientos le ha transmitido su familia sobre esta tradición semanasantera?
Principalmente, lo que más me recalcan es la humildad. En la santería nunca debemos pretender ser más que nadie, solo hay que demostrar que nos gusta y vivirla. Además, he captado, cuando mi padre me llevaba con él siendo yo un niño, cómo se ha de estar en las juntas, el respeto al manijero y al esquinero.
 
"Hasta el momento lo que más me está haciendo disfrutar es mi cuadrilla entera"
-¿Por qué se planteó ser manijero?
Porque lo fui una vez, de la Virgen del Valle en el año 2010, y la experiencia la definiría como preciosa. Asimismo, en mi casa se vive muchísimo influye también. Para mí, haber sido manijero y volverlo a ser, es algo muy grande. Por otro lado, pese a mi reducida trayectoria, a Nuestra Señora de los Dolores llego con más experiencia, sabiendo hacer muchísimo mejor las cosas y con más capacidad, junto a la colaboración de mi manijero porrillas, mi tío Joaquín Muñoz Cañete, para formar una cuadrilla. Ni me equivoqué en la cuadrilla de la Virgen del Valle, ni creo que lo haya hecho ahora. Hasta el momento, lo que más me está haciendo disfrutar es mi cuadrilla, desde el primero hasta el último.
 
-¿Las exigencias económicas de las cofradías a los manijeros son desmesuradas?
Sí y no. Debemos entender a las cofradías, como está la situación económica precisan de ayuda. Sin embargo, deberían apretar menos a los manijeros y reducir, aunque sea poco, lo que se les exige para que los manijeros estemos más desahogados. En todo caso, el que se decide a ser manijero sabe a lo que se enfrenta.
 
-¿En qué situación se encuentra la santería?
La santería va cada vez va a más. Yo observo a los jóvenes que desprenden muchas ganas, algo fundamental. El momento es muy bueno para continuar con esta tradición lucentina. La generación que ahora se está empezando a retirar a buen seguro será reemplazada. Los padres nos van inculcando este saber a los hijos.
 
-¿Cómo debe ser una junta? ¿Existe actualmente demasiado protocolo?
Lo básico es el respeto. Entre las contras, hacia los esquineros, con los manijeros, con el que se tiene cerca... En cuanto al protocolo, estimo que unas pautas siempre vienen bien. Si luego el desarrollo toma otro camino, hay que aceptarlo también.
 
-Indique, en su opinión, lo mejor y aquello mejorable de la santería.
Lo mejor es, aparte de la amistad, el conocerse entre los santeros de la cuadrilla. La juntas para esto es único. Es algo que se debe mantener. Posiblemente, deberían cambiar varias cosas. Hay personas que hablan de la santería sin conocerla y solo la critican. No comprendo que se hable sin saber.
 
-¿La santería ha de renovarse o recuperar enseñanzas y costumbres del pasado?
A mí me gusta mucho la santería antigua y debería recuperarse. Por ejemplo mi porrillas es un santero todavía en activo pero conserva el estilo del pasado. Deberíamos renovarnos conforme discurren los años, pero, simultáneamente, restablecer todo lo anterior que haya sido bueno. Es la esencia de la santería. Nunca hay que olvidar de dónde partió la santería.
MANUEL GONZALEZ

 

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