Queridos lucentinos que amáis a la Virgen de Araceli:
Me dirijo a vosotros por este medio. Quizás la actualidad de los tiempos, impida oler el papel antiguo con que las ilusiones se reflejaban casa por casa, con la intención de llevar un mensaje fuera cual fuera su contenido o destinatario. Ahora a través de la pantalla de un ordenador, de un móvil o de una tableta, quiero compartir con vosotros un anhelo, un sueño que puede ser posible a través de vuestra ayuda y participación.
Todos sabéis que el año que viene, en la ciudad de Córdoba, se va a celebrar una Magna Mariana con las Vírgenes Coronadas de la provincia. Como todos tenemos en mente, es la Virgen de Araceli la más antigua en ese requisito, ya que desde 1948 porta la corona y el título que demuestra y atesora el amor de su pueblo y el tesón que tuvieron centenares de Lucentinos en aquellos días tan gloriosos.
Pienso en todo esto y no consigo articular palabras. Como a vosotros. Tenemos suerte, porque yo también me considero uno más, aunque solamente pueda testificar ante su santuario como nieto e hijo de lucentinos.
Vengo a reclamaros vuestras energías, vuestra ilusión, vuestro compromiso, vuestras ganas y sobre todo...vuestra devoción. La Virgen de Araceli no puede faltar en esta tan grandiosa cita para la provincia y como hemos podido comprobar en otros actos, para la Comunidad Andaluza y España.
En una situación económica y social como la actual, el municipio de Lucena, también necesita un empujón que solamente la grandiosidad de la Hermandad y sus hermanos puede darle.
¿Acaso no imagináis la repercusión que puede tener para el pueblo y sus ciudadanos, la expansión de la devoción a la Virgen de Araceli en un evento tan multitudinario?
¿Seremos capaces de dejar pasar la oportunidad de mostrar a nuestra mejor joya por las calles de Córdoba? Hace más de 450 años que el Marqués de Comares, la trajo. Desde entonces solamente podemos estar agradecidos por tan excelso patronazgo y bendición. Tenemos una suerte que no todos los pueblos tienen. No digo que sea más bonita que ninguna, que tenga lo que otras no tienen... Digo que cuando la miramos, sentimos que hay un trocito de cielo en la tierra y eso es digno de que los demás también lo vean.
Claro que sería más fácil que todo el mundo viniera al Santuario. Claro que es difícil pero no imposible. Claro que requiere esfuerzo y dedicación pero estoy seguro que no faltarán las manos y la fuerza suficiente para andar lo que haya que andar y tender los puentes necesarios para atravesar las barreras.
¡Hermanos de la Virgen, soñemos! Al igual que los antiguos, se nos presentan retos que debemos superar demostrando a quién tenemos como Patrona de Lucena y Patrona del Campo Andaluz.
Dilo bien alto... ¡Un sí para que la Virgen de Araceli participe en la procesión Magna Mariana que se celebrará en Córdoba en 2015!
Gracias de corazón.
Un abrazo en la Madre dulce y buena.
Álvaro Carmona López