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La Cofradía de Ntro. Padre Jesús del Valle y María Stma. de la Amargura, única del Miércoles Santo lucentino, ocupó la tarde y noche del Miércoles Santo lucentino.
El Valle inició esta vez su recorrido desde la Iglesia de la Purísima, ante la imposibilidad de hacerlo desde la Parroquia de la Sagrada Familia, debido a los problemas para utilizar la pequeña nave aledaña al templo desde la que venía saliendo la Virgen de la Amargura desde que se procesiona bajo palio. Estreno por tanto la cofradía del Valle un nuevo recorrido, bajando por la calle Antonio Eulate hacia un paseo del Coso de frondosos árboles y primavera, antes de ganar la calle Ballesteros y la estrechez de la calle Flores de Negrón para retomar desde aquí su recorrido habitual de los últimos años.
La cofradía del Valle, que incluso llegó a estar a punto de desaparecer, ha experimentado una importante transformación durante los últimos años, de la mano de la Junta de Gobierno que preside Antonio Aguilar. Así, se han renovado sus tronos y enseres y no ha cesado en introducir mejoras y estrenos en este periodo, dotando a la hermandad de una identidad propia y un renovado brío.
Su Nazareno, de clara influencia granadina y autor anónimo, fue realizado en el siglo XIX. Sus veintiseis santeros fueron mandados ayer por Manuel Ramírez, que colocó en las esquinas del paso a Paco Servián en la esquina de la Salud y Manolo Ramírez en la izquierda, en tanto que la esquina mala fue para Ángel Muñoz. Miguel León fue el manijero "porrillas", siempre atento a las evoluciones de la santería.
La Virgen de la Amargura, que hasta el año 2005 se procesionaba sin palio, lo hace desde entonces bajo un hermoso palio de color azul con flecos de bellota en hilo dorado y pequeñas cartelas pasionistas de metal plateado. Es una talla de autor anónimo, del siglo XVIII y escuela granadina y procede del convento de las Madres Escolapias y Felipenses, donde recibió la advocación de Virgen de los Dolores. Ayer ostentó la manijería de la Amargura Juan Pérez Nieto, que tuvo en las esquinas a Joaquín Rivas Salud, Pedro Pérez izquierda y Pablo Pino en la mala. Paco Vargas fue el manijero "porrilas".
Abrió el desfile la Agrupación Musical Cristo de la Humillación-Servitas, de Lucena y acompañaron a los dos pasos del Valle varias decenas de hermanos de vela, una nutrida corte de mantillas y un grupo de polícias nacionales con traje de gala, al ser el Cuerpo Nacional de Policía hermano mayor honorario de esta hermandad lucentina, encabezados por el responsable de la cofradía lucentina, José María Tocornal.
Les dejamos un amplio reportaje gráfico de la primera parte de la estación penitencial de la Cofradía del Valle.