Lucas Cruces, manijero del Silencio: "El santero tiene que saber la labor que hace la cofradía"

20 de Marzo de 2014
Lucas Cruces, manijero del Silencio: "El santero tiene que saber la labor que hace la cofradía"

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Alianza eterna e indispensable entre el componente cofrade y el acervo santero. Lucas Cruces Carmona (27-08-69) simboliza el paradigma de la fusión en una misma persona de ambos aspectos. Después de una larga trayectoria como miembro de la junta de gobierno del Santísimo Cristo de la Salud y Misericordia, es manijero del Silencio. Dos escenas estremecen su corazón: los minutos previos al inicio de la estación de penitencia y la aparición del Crucificado por la puerta de San Mateo. Conserva sus raíces santeras y garantiza que cada hombre que pone su hombro en cualquier paso procesional se sacrifica al máximo.
 
-¿Se considera más cofrade o más santero?
Al cincuenta por ciento. Me considero igual santero que cofrade. Se pueden ser ambas cosas. En mis juntas, a mis santeros les estoy inculcando lo que es la cofradía. Hasta ahora hemos hecho tres, y yo no he hablado de santería, sino de cofradía. Las dos últimas juntas las he reservado para pronunciarme sobre la santería.
 
-¿Es indispensable que la santería y la cofradía caminen juntas?
Sí. El santero tiene que saber la labor que hace la cofradía porque hace un gran trabajo que no es solo lo referente a la salida procesional. Es un quehacer anual y se engrandece la Semana Santa. Hay un culto a la imagen. No obstante, tampoco la cofradía podría sacar sus pasos sin los santeros. Es la costumbre que aquí hay y es así. Entendiendo la santería desde nuestras raíces, las hermandades no podrían efectuar su estación penitencial sin los santeros.
 
-¿Qué ventajas y qué inconvenientes provoca que la manijería del Cristo del Silencio se otorgue anualmente?
Tiene muchas ventajas. Es una ilusión muy grande, vas a ciegas, y lo pides año tras año. Yo he tenido la suerte de que el primer año que he solicitado la manijería, me la han concedido. En cuanto a los inconvenientes, cuando te dispones a conformar la cuadrilla, hay muchos amigos que se te quedan atrás porque ya están aviados para otras santerías. Yo no le veo más desventajas.
 
-¿Extrapolaría este sistema de elección al resto de cofradías de Lucena?
Como cofrade que soy del Cristo del Silencio, y como hermano, pues sí. Estar otorgando santerías a tres, cuatro o cinco años, no lo veo muy lógico. Dentro de tanto tiempo, no sabemos cómo vamos a estar. Yo lo extrapolaría.
 
-¿Qué detalles destaca de la estación de penitencia del Cristo del Silencio?
La procesión del Silencio tiene unos momentos muy íntimos que son para los santeros y para los hermanos y son instantes que se viven dentro de la iglesia. Para mí, es algo inolvidable, se me ponen los pelos de punta y es único. También es muy bonita y muy significativa la salida del Señor desde San Mateo. La entrega del Señor al pueblo, con la gente esperando y la Plaza Nueva abarrotada de personas es impresionante. Todo el mundo está expectante aguardando al Silencio porque a los santeros prácticamente no se les ve.
 
"Decidí pedir la manijería con la aceptación y la colaboración de mi esposa"
-¿Por qué se planteó ser manijero?
Realmente no me lo planteé. Estaba en casa un día, lo pensé y hablé con mi esposa. Tenía ganas de ser manijero del Silencio, era algo que ciertamente, por diversos momentos, la tenía perdida, y con la aceptación y la colaboración de mi esposa, decidí pedir la manijería. Es el Cristo que he vivido durante muchos años, para mí tocarle la campana es como una continuidad al trabajo que he realizado dentro de la cofradía.
 
-¿Las exigencias económicas de las cofradías a los manijeros son desmesuradas?
Depende de lo que te pida la cofradía. A mí, lo único que me exigen es el adorno floral del Cristo. A partir de ahí, no me piden económicamente nada más. En una santería te gastas lo que quieras, las juntas pueden ser más grandes o más chicas, puedes organizar dos, tres o cuatro, a la medida de tu bolsillo.
 
-¿En qué situación se encuentra la santería?
La santería ha cambiado mucho desde hace unos años hasta ahora. Ahora los santeros van todos muy comprometidos, hay mucha unión para llevar al paso, no se van buscando tanto las contras como había antes. Además, se busca la perfección, que vaya el paso dignamente. Lucena es muy santera y sigue viviendo la santería. Cada vez que hay cualquier acto de esta índole, el pueblo la gente sale a la calle. La santería de Lucena cada vez la veo más viva.
 
-Indique, en su opinión, lo mejor y aquello mejorable de la santería.
Cada manijero, cada santero, de cualquier paso, expone lo mejor de sí en la santería. Unos la realizan de una manera, otros de otra, pero siempre desde la intención de hacerlo bien, aunque, por supuesto, todo es mejorable.
 
-¿La santería ha de renovarse o recuperar enseñanzas y costumbres del pasado?
Renovándose está siempre, la santería en Lucena está viva y, año tras año, hay mucha gente joven que se van metiendo en el ambiente santero y cada cual le imprime un carácter distinto a las juntas. Hay quien innova en las juntas y quien recupera valores antiguos. Yo, por ejemplo, en mis juntas he intentado recuperar aspectos del pasado y apuesto por la tradición. Transmito valores que yo conocí desde mis primeras santerías.
MANUEL GONZÁLEZ

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