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Jornada romera pasada por agua la de hoy. Se cumplieron las previsiones menos optimistas y la jornada deparó lluvia, viento y hasta una densa niebla en la Sierra de Aras. Así las cosas, a las cuatro menos cuarto de la tarde, con 45 minutos de retraso sobre el horario habitual, la Virgen de Araceli comenzaba su periplo anual de vuelta a Lucena y a su reencuentro con los lucentinos.
La cuadrilla de santeros mandada por Julián Ranchal iniciaba el recorrido de bajada entre aguaceros intermitentes, lo que obligaba a mantener a la Virgen en todo momento con una funda de plástico especialmente diseñada a tal efecto, para que ni la imagen ni el templete romero de bajada sufrieran daño alguno.
En torno a las 17:30 horas, al llegar a la bifurcación de la carretera en la que el trono es entregado al pueblo, la cofradía adoptaba la decisión de que el mismo fuese depositado sobre una plataforma para continuar su camino hasta Lucena.
En la Puerta de la Mina, la cuadrilla de santeros de Julián Ranchal retomaba los varales y comenzaba el tramo urbano de la santería de la Bajada, casi siempre bajo la lluvia. La habitual recepción oficial por parte de la Corporación Municipal y el relevo de la Aracelitana Mayor y la Corte de Honor se trasladaban al interior de la parroquia de San Mateo.
En torno a las ocho y media de la tarde, y entre fieles y cánticos aracelitanos, la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz hacía su entrada en un templo totalmente repleto de público. Unos instantes después, Carolina Muñoz Ruz, Aracelitana Mayor 2013, pasaba el testigo a Isabel Vigo Fernández de Villalta, y sus compañeras de la Corte de Honor del pasado año hacían lo propio con Araceli González Muñoz, Carmen González Muñoz, Carolina Osuna Cuenca y María Vigo Fernández de Villalta.
La jornada romera se cerraba con las palabras de bienvenida del Vicario de la Campiña y Párroco de San Mateo, y la interpretación de la salve y el himno aracelitano.
Declaradas de Interés Turístico Nacional, las Fiestas Aracelitanas alcanzarán sus días grandes entre el 2 y el 5 de mayo próximos con actos como el Pregón de las Glorias de María, la multitudinaria Ofrenda de Flores, o la procesión de la patrona de la ciudad bajo un manto de pétalos de flores y fuegos artificiales. La Virgen permanecerá en Lucena hasta el 1 de junio, jornada en la que se celebrará la Romería de Subida hasta el Santuario de Aras, en esa ocasión desde la iglesia de San Pedro Mártir, donde será llevada en traslado extraordinario.