La Soledad recorre las calles de Lucena entre una multitud en su 450 Aniversario (fotos y vídeo)

29 de Marzo de 2013
La Soledad recorre las calles de Lucena entre una multitud en su 450 Aniversario (fotos y vídeo)
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La decana de las cofradías pasionistas lucentinas, creada en 1564, salía ayer a las calles de Lucena a la hora prevista pese al temor a la lluvia que acompañó buena parte de la jornada y que incluso dejó en sus templos a algunas cofradías en localidades de la comarca. Sin embargo el de ayer no era un desfile más, como tampoco lo eran las calles del recorrido oficial, plagadas de colgaduras negras en los balcones con la insignia de la cofradía; la comitiva de hermanos de vela –extensísima en número– como la corte de mantillas, el público que aguardaba a la Reina del Sábado Santo en las calles o el ambiente general de la procesión.
 
La Soledad cumplía 450 de existencia desde su fundación, cuatro siglos y medio de vicisitudes, de altos y bajos, de lagunas en las que la cofradía estuvo virtualmente desaparecida de la escena pública, de hermanos mayores, manijeros y santeros. Una historia en lo que lo único que se ha mantenido intacto ha sido el amor por la Reina de Santiago y del Sábado Santo lucentino. Ayer, toda esa historia, que la cofradía está celebrando con numerosos actos durante todo el año, se hizo presente en las calles.
 
La hermosa talla del imaginero sevillano Luís Álvarez Duarte, que sustituye a otras imágenes anteriores cuyos rostrillos conserva la cofradía, salía a las ocho y media de la tarde de su parroquia.
A duras penas se abría paso entre el público que llenaba el llanete de Santiago la larga comitiva de hermanos de vela y mantillas, encabezada por la valiosa cruz de guía de madera dorada, insignia destacada de esta cofradía del Sábado Santo lucentino.
 
La Virgen de La Soledad,  la eterna enlutada de Santiago, fue mandada ayer por José María Calvillo.  Paco Burgillos, su hijo Víctor Calvillo y José Vargas ocupaban las esquinas de la ‘salud, ‘izquierda’ y ‘mala’ respectivamente.
 
Tras la multitudinaria salida de las naves del viejo templo de Santiago, llegaba el difícil paso por la angosta calle Flores de Negrón, en la que las barras del palio negro de la Soledad rozan literalmente con las balconadas en este largo “horquillo” por el corazón de la judería lucentina, uno de los más complicados para cualquier santería, pero especialmente para uno de los tronos más pesados de la Semana Santa de Lucena.
 
Capirotes negros con la cruz de Malta grabada en blanco, fajín de esparto y cera negra en el largo tramo de hermanos de vela; belleza y oración; juventud y madurez, rosario en mano, en la corte de mantillas que acompañan a Nuestra Señora en su soledad por las calles de Lucena –repletas de público en todo momento–y lo mejor del arte de la saeta en los balcones con voces de gran talla como las de Manolo Cuevas, Antonio Nieto, Virginia Gámez, Rosa de la María y Marta Sevillano para una de las escasas procesiones de la noche del Sábado de Gloria en la comarca sur cordobesa.
 
La Soledad volvía a su templo tras recorrer el centro de la ciudad y tomar camino de vuelta a Santiago pasando ante el Castillo del Moral en una estación penitencial que queda ya par la dilatada historia de la más antigua de los cofradías pasionistas lucentinas.
 
Les dejamos un vídeo y una amplia selección de imágenes del desfile procesional y los momentos previos en el templo de Santiago.

 

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