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La Cofradía Franciscana de Pasión emitió, a última hora de este miércoles, un explícito comunicado de prensa con el objeto de "aclarar y manifestar públicamente" el asunto de la posible marcha al pueblo de Luque del Nazareno de la Pasión, popularmente conocido como "El Derribo". La hermandad con sede canónica en la iglesia Madre Dios afirma que estudiará, con el asesoramiento legal de reconocidos juristas de Lucena, la cuestión, reconoce el cariño de los Padres Franciscanos hacia la imagen, suspende en cualquier caso la salida procesional del Cristo este Lunes Santo, y considera que "los verdaderos responsables" de la situación son los que permitieron que, en el año 1977, la talla cristífera viniera a Lucena en calidad de depósito y no en propiedad.
En primer lugar, la junta de gobierno liderada por Jorge Roldán reconoce "la importante aportación a la Semana Santa de Lucena de Antonio Rodríguez Delgado por el Nazareno de Pasión, imagen que él trae de Luque, se encarga de su restauración, de la adquisición de sus primeros enseres y la creación de una primera cofradía". Así, la asociación religiosa añada que puede "llegar a entender, hasta cierto punto, su malestar ante el anuncio de una posible vuelta a Luque". No obstante, subrayan "respecto a sus últimas declaraciones públicas, que no representa de ninguna manera a nuestra Cofradía, de la que, en la actualidad, ni siquiera es hermano, puesto que causó baja voluntaria en diciembre del año 2010 mediante carta dirigida a la hermandad".
Seguidamente, el texto relata la historia del tema que motiva el comunicado: "El Nazareno de Pasión se integra en la Cofradía Franciscana de Pasión en el año 1992, con la fundación de esta, que se fundamenta en la integración de los cuatro pasos procesionales que hacían estación de penitencia desde la Iglesia franciscana. Si bien la Cofradía carece de documento que acredite derecho de propiedad sobre el Cristo, en estos últimos 22 años, nos hemos volcado en dar culto y engrandecer tanto al Cristo como sus enseres, mejorando el trono que ya tenía, y realizando nueva Cruz de salida y nuevas túnicas para el Cristo, incluyendo la actual de salida bordada en aplicación de oro. También hemos realizado nueva peluca y los faroles actuales del paso, túnicas de santeros, etc".
Con todo ello, la cofradía lucentina, muestra su apoyo a la comunidad franciscana, puesto que, según señalan "es de justicia decir, que el Cristo en estos años en los que ha recibido culto en la iglesia Madre de Dios, ha sido tratado con el mayor cariño por parte de los frailes, aun teniendo en cuenta que no existe documento alguno que acredite propiedad o depósito en el convento. No son justas las críticas vertidas hacia los padres franciscanos".
La siguiente parte del escrito aborda los movimientos que se han producido desde el año 2011 por parte del pueblo de Luque: "Desde el año 2011 venimos recibiendo reclamaciones verbales y por escrito desde la Parroquia de la Asunción de la localidad de Luque, que fue la que depositó la Imagen en la Parroquia de Santo Domingo de Lucena en el año 1977, solicitando la devolución del Cristo a dicha Parroquia de Luque, basándose en un documento de depósito que se firmó en 1977 entre las dos parroquias, y en el que se indica que se ha de devolver el Cristo a Luque en el momento en el que el pueblo de Luque así lo requiera".
Igualmente, la hermandad del Lunes Santo, explica las decisiones que adoptó en una junta general de hermanos: "La cofradía, en junta general de hermanos con fecha 16 de diciembre de 2012, ante las reclamaciones recibidas y las conversaciones que se habían tenido al respecto, decide apoyar y defender la continuidad del Cristo en Lucena, siempre de forma pacífica dentro de los límites lógicos que tenemos como parte integrante de la Iglesia, y matizando que se acataría cualquier orden directa que se recibiera desde el Obispado. De esta manera, hemos firmado varios documentos dirigidos al Sr. Obispo con objeto de justificar la permanencia del Cristo en Lucena. Puesto que todas las partes intervinientes pertenecían a la Diócesis de Córdoba, correspondía a ésta resolver la reclamación del Cristo, siendo Don Jesús Poyato Varo como Vicario Episcopal de la Campiña- quien se manifestó a favor de la devolución del Cristo a Luque, porque entendía que en base a aquel documento era de justicia que así fuera. No obstante, hemos de reconocer que don Jesús Poyato medió bastante para que no hubiera malestar y el proceso se llevara a cabo con el mayor consenso posible".
Por otro lado, se enumeran las acciones posteriores que efectuó la hermandad: "Ante la inminente marcha del Cristo, la Cofradía decide no conceder más manijerías, así como realizar unos cultos extraordinarios y un piadoso besapié en engrandecimiento y honor al Cristo de la Pasión en el mes de abril del año 2013, quedando a la espera del trámite documental y físico del traslado de la Imagen a Luque".
Del mismo modo, se relatan los últimos acontecimientos respecto al traslado del "Derribo": "finalmente quedó paralizado por la recepción en el Obispado de varios documentos relativos al Cristo que debían ser analizados, demorándose el asunto hasta el mes de Septiembre de 2013, cuando se produce la venida como nuevo vicario de David Aguilera Malagón, momento en el cual se nos comunica que quién hace la reclamación en estos momentos ya no es sólo la Parroquia de la Asunción de Luque, a la que se ha unido la petición de numerosas instituciones civiles, y especialmente religiosas, del pueblo de Luque, sino que además se ha hecho presente como agente principal de la reclamación una Fundación privada, que es la propietaria actual del Hospital e Iglesia de Jesús Nazareno de Luque. Esta Fundación, aunque ligada a la Diócesis de Córdoba de hecho, es ajena a ésta, tiene un carácter totalmente privado. En su reclamación se considera propietaria de la Imagen y anuncia que iniciará las acciones legales oportunas para que la Imagen le sea devuelta".
La noticia de que la reclamación la formule una fundación privada provoca que David Aguilera, vicario episcopal de la Campiña, considere que "ya no estamos en la situación de un bien que sea propiedad de la Diócesis y, por tanto, el Consejo Episcopal no ve lugar a su función de mediación".
Por todo ello, la hermandad pasionista expone que "el estado actual de este asunto es que la Junta de Gobierno de esta Cofradía de Pasión entrará, en breve, en diálogo con los patronos o representantes de la mencionada Fundación de Luque, a la que hemos pedido nos hagan llegar su reclamación de manera bien documentada y ofreciéndonos, en lo posible, la acreditación suficiente por la que se consideran propietarios y los argumentos jurídicos en que se fundan. Esta Cofradía, una vez recibida esta reclamación la pondrá en manos de reconocidos juristas de Lucena, buscando el mejor asesoramiento legal. Desde la Cofradía Franciscana de Pasión queremos hacer pública nuestra decisión de no tramitar la entrega del Cristo a ninguna otra institución mientras no esté totalmente clara, según derecho, que la Fundación de Luque es propietaria y que, según el documento de depósito es de obligado cumplimiento la cláusula por la que obliga a devolver la imagen al reclamarla el pueblo de Luque. El principal argumento utilizado en las polémicas declaraciones de Antonio Rodríguez Delgado de que el contrato de depósito firmado en 1977 ha prescrito, parece ser, desde unas consultas jurídicas iniciales, que no es tan seguro como el Sr. Rodríguez Delgado pretende hacer ver. Por tanto, seguimos pensando que lo más conveniente es que el tema sea estudiado, y no de manera superficial, por competentes juristas".
Antes de finalizar, se anuncian los planteamientos futuros: "si las conclusiones de esta asesoría legal son que el derecho asiste a la reclamación de Luque y que el resultado de cualquier proceso jurídico que pudiéramos emprender fuera, con alta probabilidad, desfavorable a nuestra parte; o bien, nos llegara un orden judicial o un decreto o mandato formal de la autoridad diocesana, la Cofradía se verá en la obligación de entregar la imagen del Cristo a Luque. Siendo esta la situación actual, y entendiendo que si bien el Cristo puede quedar entre nosotros, pero que también es más que probable que la marcha del Cristo se pueda producir en cualquier momento, la Cofradía ha decidido, con el visto bueno de la Agrupación de Cofradías de Lucena, mantener el culto normal de la Imagen, pero suprimiendo la salida procesional del Lunes Santo hasta que no quede resuelto definitivamente este litigio".
Finalmente, enfatizan su sujeción al derecho, recuerdan las actitudes que han de prevalecer en una institución cristiana y cargan la responsabilidad de la controversia presente a los que aceptaron el contrato de depósito: "queremos manifestar nuestro malestar con la polémica generada con este asunto y todos los comentarios que están surgiendo en referencia a ello. Reafirmamos que el único camino que seguirá la Cofradía será el reconocimiento escrupuloso de lo que se ajuste a derecho. Y estamos convencidos que la magnanimidad y grandeza de ánimo del pueblo de Lucena sabrá valorar esta actitud y no elegir perderse en inútiles y "pueblerinas" polémicas. Deploramos las declaraciones que en este asunto se han hecho y que tienen como único fin la agitación, la provocación de polémica. Creemos que en una institución cristiana, como es una Cofradía y los asuntos relacionados con ella, no pueden adoptarse actitudes que nos sitúen en contradicción con lo que creemos y estamos llamados a vivir. Especialmente en el respeto absoluto que debemos a personas e instituciones. Por último consideramos que los verdaderos responsables de la situación que actualmente estamos viviendo no son otros sino los que en su origen no hicieron las cosas de manera adecuada, permitiendo que el Cristo viniera a Lucena en el año 1977 en calidad de depósito, y no como verdadero patrimonio del pueblo de Lucena. Si en su momento se hubieran tenido en cuenta estas cosas no estaríamos hoy lamentando la situación presente". El escrito lo firma Jorge Roldán, hermano mayor de la Cofradía Franciscana de Pasion.