Como cada 8 de diciembre, la Agrupación de Cofradías de Lucena glorificó este domingo a su patrona, la Inmaculada Concepción. La jornada comenzó a las 11:00 horas en el templo parroquial de Santiago Apóstol, continuó con una procesión de estandartes hasta el Llanete de San Agustín, lugar en el que hace 10 años se levantó un monumento dedicado a la Santísima Virgen, y finalizó con una eucaristía en la iglesia de San Mateo.
Francisco de Asís Roldán, párroco de Santiago, ofreció una reflexión tras la exposición del Santísimo Sacramento. Asimismo, se leyó el Evangelio del día y empezó el rezo del Santo Rosario con el primer misterio. Antes de que se abrieran las puertas exteriores, se procedió a la bendición y reserva del Santísimo.
A las 11:30 horas aproximadamente, representantes de la mayoría de las hermandades lucentinas, tanto de Pasión como de Gloria, completaron el siguiente recorrido exhibiendo las insignias de sus corporaciones: Santiago, Lademora, Ballesteros, Plaza de Bécquer, el Coso (centro) Santa Catalina y Plaza de San Agustín.
Durante el trayecto, fray Joaquín Pacheco Galán, guardián del convento de los Padres Franciscanos, dirigió los distintos rezos y cantos. A su término, dos integrantes de la junta de oficiales de la Agrupación de Cofradías depositaron un cesto de flores a los pies de la imagen de la Inmaculada Concepción. Posteriormente, los asistentes se trasladaron a la iglesia de San Mateo, donde se celebró la fiesta de regla de las cofradías lucentinas.
En este año 2014, se conmemora el sesquicentenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. El Papa Pío IX, en su bula Ineffabilis Deus, publicada el 8 de diciembre de 1854, declaró que "la Virgen fue preservada inmune de toda mancha de culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesús Salvador del género humano, está revelado por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles".
MANUEL GONZÁLEZ