En un entorno acostumbrado a las manifestaciones precavidas, causan estrépito los mensajes valientes y rotundos de Francisco Requerey Ramírez. Mientras aguarda su primera Semana Santa como presidente de la Agrupación de Cofradías de Lucena, se encomienda a la autocrítíca para recomponer la estructura y los principios de las hermandades. En su modo de proceder está prohibido esquivar las cuestiones complejas y se expresa libremente sin temer desdenes o rechazos internos.
-Dentro de pocas semanas afrontará la primera Semana Santa como presidente de la Agrupación de Cofradías. ¿Qué sensaciones le invaden en esta Cuaresma?
-Sinceramente preocupado por cómo están sucediendo los acontecimientos alrededor de las cofradías y máxime con tener, ahora mismo, unas hermandades sin responsables que las pueda sacar a la calle. Aparte de eso, como llevamos tiempo observando, también me preocupa la poca afluencia de hermanos en los desfiles procesionales. Independientemente de ello, espero la Semana Santa con muchísimo interés e ilusión desde el cargo que represento.
-En estos primeros meses de su nueva etapa, ¿qué ha experimentado más satisfacciones o frustraciones?
-Por supuesto, satisfacciones. Creo que la labor que se ha hecho en estos siete meses ha sido bastante positiva. Hemos intervenido en la entrega de enseres de la Cofradía del Carmen a la junta de gobierno; fue la primera cuestión que tuvimos que afrontar y se resolvió de muy buena forma. Más de un 90% de este patrimonio está ya en manos de quien tiene que estar, que es la junta de gobierno, no en casas particulares. Había un enconamiento entre varios miembros de la hermandad y de feligreses, que no se terminaban de poner de acuerdo, y, a través de la Agrupación, se ha solucionado. Luego estoy bastante satisfecho con los actos del Día de la Inmaculada. Yo no podía permitir que la celebración en honor a la Patrona de la Agrupación pasara sin pena ni gloria. Estoy intentando fomentar esta festividad. Este año se ha notado el cambio, ha habido considerablemente más interés. Y, por último, la Misa del Cofrade, que también estamos muy contentos con su desarrollo, creo que se llenó la iglesia de San Mateo, aunque me gustaría que hubiera más cofrades, y la actuación del Coro Elí Hoshaná aportó solemnidad.
-¿Se siente amparado por los hermanos mayores en sus reivindicaciones y opiniones?
Pienso que sí, estoy viendo bastante interés por parte de los representantes de las cofradías. De hecho, aparte de la amistad que tengo con la inmensa mayoría de ellos, en el plano institucional yo creo que están por la labor.
-¿En qué estado se encuentran las cofradías y la Semana Santa de Lucena?
La situación actual de la Semana Santa de Lucena desde el punto de vista espiritual la veo un poco floja. En el apartado estético, ha habido años que la he visto bastante mejor. Tiene mucha trascendencia, sí, pero habría muchas cosas que pulir e intentar promover. Las cofradías se han volcado en cuerpo y alma a la santería, sinceramente la Semana Santa es santería pura y dura y si me apuras eso lleva a que es más folclore que otra cosa. Es lamentable decirlo pero es así. En definitiva, estamos dejando atrás el verdadero significado de lo que debe ser la Semana Santa, todo no debe ser fuegos artificiales y quedarnos en lo externo. No puede ser sacar santos por sacar santos y la santería está bastante desvinculada del mundo cofrade y cristiano. Habrá excepciones que rompan la regla, pero desgraciadamente es así.
-Uno de los puntos que consideró prioritario al tomar posesión de su cargo fue el de realzar la figura del hermano de vela. ¿Las diferentes juntas de gobierno están actuando en este sentido?
Personalmente no lo sé. Siempre he mantenido que una cofradía sin ningún respaldo de los hermanos de vela, no es cofradía. Los hermanos de vela son fundamentales en una estación de penitencia y, si no los hay, no existe motivo para sacar los pasos a la calle. Además, me estoy encontrando durante todos estos meses manifestaciones de gente responsable en el mundo de las hermandades y cofradías diciendo cosas que claman al cielo. Los hermanos de vela no existen. Hace 20 o 30 años había muchísimos más que hoy en día, pero no se ha cuidado esto. En algunas cofradías, el pertenecer a una junta de gobierno es, si me apuras, como estar en una peña. No hay miembros en dicho órgano y no hay respaldo de hermanos. En cambio, sí hay cofradías que fomentan todo esto. La inmensa mayoría de las cofradías nos limitamos a pasar el recibo de hermano y ya está, no contamos con ellos absolutamente para nada. Las cenas de hermandad realmente no son tales, son de junta de gobierno y cuadrillas de santeros. Hay que cultivar el tema de los hermanos.
-¿Qué fórmulas contempla para ampliar la base social de aquellas cofradías que prácticamente se reducen a una junta de gobierno?
Hay que ir poco a poco desprendiéndose de la financiación fácil del tema santeril, incluso lo dicen los propios santeros, que las cofradías estamos acribillando a los manijeros.
-¿Los hermanos tendrían que desempeñar las misiones que se reservan a los santeros como, por ejemplo, portar a los diferentes pasos en los Vía Crucis?
Sería una solución. Todos conocemos el Vía Crucis que hay con cuadrillas que es el de la Cofradía del Cristo de la Sangre. Bajo mi punto de vista, no tendría que haber llegado a donde ha llegado. En principio, se creó para intentar atraer a los santeros a los cultos religiosos. Con el transcurso del tiempo, se ha desvirtuado. Hay incluso nombramientos de manijeros sin tener nada que ver con el del Jueves Santo.
"Durante el tiempo habrá habido altibajos en las cofradías y ahora mismo estamos en una parábola descendente"
-¿Cómo se observa desde la Agrupación el continuo descenso de penitentes que alumbran en las estaciones penitenciales?
Muchos lo achacamos a que la gente se va, aunque no creo que sea del todo así. Por ejemplo, en el caso de la gente joven, empezamos por las cofradías y terminamos por la santería. No llegamos a tener una devoción hacia una imagen porque cuando se acaba de santear en el año ya no nos acordamos de la cofradía en cuestión. El mundo cofrade de aquí de Lucena, ¿dónde está? Podremos ser unos 5.000 hermanos de cuota en Lucena, pero cuando hay cultos, no aparecemos por ningún lado. ¿Nos da vergüenza o es que no hay hermanos cofrades? Siempre se ha dicho que Lucena no es cofrade, pues habrá que intentar poner los medios para que lo sea. Durante el tiempo habrá habido altibajos en las cofradías y ahora mismo estamos en una parábola descendente.
-¿Las cofradías se han equivocado al apoyarse excesivamente en la santería?
Esto no es algo nuevo, ha sido siempre, posiblemente por la coyuntura de Lucena. Yo he pertenecido a juntas de gobierno y cofradías importantes y se ha intentado hacer las cosas, pero si los hermanos no responden o no hay seguimiento anual, esto en cuaja. En otros sitios no terminan de entender que salgamos cada año en una procesión. También los medios de comunicación se han volcado en cuerpo y alma a la santería. Aquí lo que mueve todo es la santería. Yo difiero de la afirmación que dice que las cofradías no pueden existir sin la santería. Algunas cofradías están celebrando 450 años y la santería no lleva más de 90 años.
-Actualmente tres pasos carecen de manijero para este año, ¿cree que es una situación puntual o una tendencia que aumentará progresivamente?
La santería actual ha sobrepasado el límite. Yo he sido santero y he tenido la oportunidad tocar la campaña de las más grandes que hay en Lucena. Cuando yo empecé en santería, me sentaba en bancos de madera, en las propias cajas de cerveza, y cuando terminábamos de comer, nos íbamos al bar a tomar café y la junta prácticamente se acababa. Luego, las juntas se alargaron para no ir a los bares por el coste que suponía y ahora se han eternizado. Una junta que empieza a las tres de la tarde y termina a las diez o a las once de la noche es sumamente pesada. Antes se cantaban entre todos y se hacía piña, pero hoy en día, no, tienes que cantarle únicamente y exclusivamente a tu contra, y en el momento que decide el manijero, allí no se puede hablar con nadie. Y también son muy costosas. Antes comenzábamos en los pasos más sencillos, hoy ya hay que iniciarse en los pasos más emblemáticos y si le das a un amigo una pata, es motivo de enfrentamiento duradero. Incluso el año pasado se extrañaban porque yo salí en la Pollinita del Carmen tras haber sido manijero de la Virgen de Araceli en su Día. Aparte de que un arroz vale lo mismo en cualquier junta, sea del paso que sea y todas cuestan mucho dinero. A todo ello se suma la junta con las mujeres, las de las mantillas, regalos a santeros y manijeros, etcétera. Esto se veía venir, y como no pongamos los cimientos fuertes, esto puede ir a más.
-¿Cuál es el futuro de la santería?
La santería goza de muy buena salud. Dicho esto, deberíamos frenar un poquito y el santero tendría que involucrarse más en las cofradías y en la Iglesia y que todo no sea folclore y mover tronos por moverlos.
"Barajo incluso la posibilidad de que las cofradías que estén un poco desamparadas se fusionen con otras que tengan más arraigo o fuerza cofrade"
-La principal novedad en este 2016 afecta al recorrido del Domingo de Ramos. ¿Por qué esta cuestión se ha resuelto ahora rápidamente cuando llevaba varios años enquistada?
Ha sido tan simple como ponerse a dialogar las cuatro partes implicadas. Se solicitaron los cambios de itinerario, nos juntamos las tres hermandades y la Agrupación, se habló, llegamos a un acuerdo y ya está.
-¿La Agrupación es receptiva a aceptar cualquier cambio de itinerarios propuesto por las hermandades?
Soy consciente de que hemos abierto la caja de Pandora. Lo que se ha hecho con el Domingo de Ramos es lógico y puede resultar incluso mejor que estaba. Ahora bien, en el caso de otras cofradías que estén interesadas en el cambio y con ello se va rompa el desfile que haya dentro del itinerario común, tendremos que buscar otra salida. Siempre es cuestión de dialogar.
-¿Existe una fecha determinada para que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caridad se incorpore definitivamente al Lunes Santo?
Según la fecha en la que accedió de pleno derecho a la Agrupación, cumpliría en el 2017 los tres años de rigor y si todo sigue como está, tendrá todas las bendiciones para incorporarse y sacar su procesión. Por otro lado, no sé hasta qué punto se puede embarcar la cofradía en ese proyecto con la coyuntura de este momento. Y volviendo a lo mismo, ¿hay algún respaldo de hermanos que puedan fomentar y engrandecer un buen desfile procesional?
-¿Volverá a las calles de Lucena Nuestro Padre Jesús de la Pasión?
Mientras no se resuelva el pleito que existe sobre la titularidad de la imagen, la cofradía no va a procesionarlo.
-El hermano mayor de corporación del Valle ha anunciado su intención de no presentarse a las próximas elecciones, ¿hay relevo en esta corporación?
Yo he tenido conversaciones con él y, en la última de ellas, parece que hay alguien que quiere responsabilizarse. Insisto en lo que he manifestado tantas veces. Las cofradías han de tener respaldo de hermanos, si no lo hay, ¿qué hacemos? Barajo incluso la posibilidad de que las cofradías que estén un poco desamparadas se fusionen con otras que tengan más arraigo o fuerza cofrade. Asimismo, la cofradía debe tener vida continúa en la parroquia, no montar y desmontar y hasta el año siguiente. Allí en El Valle hay una feligresía muy buena y muy grande
"La relación de la Agrupación con el Ayuntamiento ha de ser de colaboración, pero no de sumisión"
-¿Cuál debe ser la relación de las cofradías con el Ayuntamiento?
De plena colaboración, pero no de sumisión.
-¿Existe el riesgo de que se politicen demasiado las asociaciones religiosas?
Está claro que quieren intentar hacerlo, pero deberemos estar nosotros y ser fuertes y que haya respeto mutuo. La política únicamente mira el tema turístico y económico de la Semana Santa. Si no hubiera ninguno de estos intereses, los políticos no colaborarían.
-¿El monumento al santero debe sufragarlo el Consistorio o ha de ser costeado mediante suscripción popular?
Cuando llegué al cargo, me presentan un proyecto muy bonito y me proponen que lo sufrague la Agrupación. Nosotros nos negamos. Si la Agrupación tuviera que tener un monumento, sería al cofrade, al santero me imagino que hay una asociación o peña que es la que, en tal caso, debería buscar la financiación. En todo caso, si lo ha planteado el Ayuntamiento, debe costearlo el Ayuntamiento. La idea es genial y magnífica, pero si no parte de la Agrupación, no tenemos por qué hacernos cargo de ella.