El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha dado a conocer los nuevos encargos pastorales para los próximos meses, de forma que se producen un total de 34 cambios de destino de sacerdotes en la Diócesis que afecta a la curia diocesana y las vicarías de la ciudad, la Campiña, de la Sierra y del Valle del Guadalquivir. Asimismo, Fernández destina a tres sacerdotes fuera de la Diócesis: uno como misionero y dos a Roma.
Los cambios han sido dados a conocer después de que dos jóvenes, Mario González González y Javier Solaz Moreno, hayan recibido el grado del orden sacerdotal en una celebración eucarística que ha tenido lugar en la Mezquita-Catedral de la ciudad, y que ha reunido a buena parte del clero cordobés, rectores, formadores, así comofamiliares y amigos de los ordenandos, siguiendo las medidas sanitarias establecidas.
Eugenio Bujalance, nuevo párroco del Carmen de Lucena
Según concreta la delegación diocesana de medios en una nota de prensa, en lo que afecta a Lucena el principal cambio radica en la salida del Carmen del joven sacerdote lucentino Rafael Romero Ochando, que deja su labor pastoral en la parroquia lucentina y es nombrado vicerrector del seminario menor San Pelagio de Córdoba.
El puesto de Rafael Romero en El Carmen será ocupado por el sacerdote Eugenio Bujalance Serrano, que también ostentará el de capellán de las Carmelitas Descalzas. Natural de Baena, Bujalance Serrano fue ordenado sacerdote el 25 de junio de 2016 en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba y llega a Lucena desde la parroquial de Santa Marina de Aguas Santas de Villafranca.
Rafael Romero Ochando, nació en Lucena el 3 de diciembre de 1986 y fue ordenado sacerdote el 30 de junio de 2012. Ha desarrollado su labor pastoral en Peñarroya-Pueblonuevo y como formador en el Seminario Menor de San Pelagio (Córdoba). Llegó a la parroquia de el Carmen de Lucena en septiembre de 2018, tras su paso por la parroquia de Ntra. Sra. de la Esperanza, en Córdoba, donde desempeñó el puesto de vicario parroquial.