A las 13:30 horas concluía la Solemne Función Religiosa en honor a María Stma. de Araceli, acto litúrgico por excelencia en el programa de las Fiestas Patronales.
Una parroquia de San Mateo decorada con los miles de flores depositados a las plantas de la patrona en la tarde de ayer, acogía a un público deseoso de asistir a un acto religioso que tiene mucho de ritual devocional, el que resuenan cada año, a la misma hora y en el mismo lugar, los hermosísimos acordes de la Misa del Campo Andaluz, composición musical que aglutina todos los palos del flamenco, creada por el compositor local Antonio Villa Álvarez de Sotomayor hace cuarenta y cinco años y convertida con el paso del tiempo en un símbolo de la tradición aracelitana. Espléndida ha resultado la interpretación de la misma por parte de la Coral Lucentina, acompañada por la Orquesta del Conservatorio profesional de Música Maestro Chicano Muñoz bajo la batuta de Víctor Nájera Sánchez.
Han sido dos horas de ceremonia religiosa, que ha presidido el Obispo de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández González, que ha centrado su homilía en el sentido de la vida para el cristiano y el permanente papel de Cristo y de María, su Madre, como "consuelo", "apoyo constante" y reflejo de esperanza, incluso en las situaciones más adversas, para concluir pidiendo a la Virgen de Araceli, "Madre dulce y buena, que bendiga al pueblo de Lucena y a toda la diócesis".
Entre el público, junto a la presencia de la Aracelitana Mayor, Isabel Vigo Fernández de Villalta y su corte de honor, buena parte de la corporación municipal, presidida por el alcalde, Juan Pérez, Junta de Gobierno, con su hermano mayor, Antonio Crespillo, a la cabeza y representantes de la Agrupación de Cofradías y de distintas hermandades y colectivos lucentinos.
Les dejamos a continuación algunas imágenes de la Función Religiosa celebrada hoy, realizadas por nuestro colaborador gráfico Jesús Ruiz Jiménez.