Este domingo se ha celebrado la Junta General de Hermanos de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, en la que han sido reconocidos con la Insignia de Oro de la cofradía quienes fueran hermanos mayores de las cofradías filiares de Málaga y Córdoba, Cristóbal García y Miguel Ramírez respectivamente, como premio a su labor de difusión de la devoción aracelitana en ambas capitales.
En los 28 años en los que Cristóbal García ha presidido la filical malacitana se renovaron los Estatutos, se publicó creó la publicación Araceli Malacitana, la filial entró en la Agrupación de Hermandades y Cofradía de Gloria malagueña, presidiendo la Virgen de Araceli la procesión de las Glorias y se nominó una plaza de la ciudad de Málaga con el nombre de Nuestra Patrona.
En el acto, el vicario episcopal de la Campiña y consiliario de la Hermandad, Jesús María Moriana Elvira, le entregó la Insignia de Oro de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli. Cristóbal García agradeció la distinción destacando “he hecho muchos esfuerzos, pero el pago ha sido enorme porque el crecimiento de la devoción aracelitana ha sido enorme”. Agradeciendo la colaboración de sus compañeros de junta, de instituciones religiosas y civiles, resaltó que “esto es un broche de oro al trabajo realizado divulgando la devoción aracelitana en Málaga que seguiré realizando”.
Por su parte, el hermano mayor de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, Rafael Ramírez Luna, entregaba la Insignia de Oro a quien ha sido hermano mayor de la filial aracelitana en la ciudad de Córdoba durante 13 años, Miguel Ramírez Lucena, un periodo en el que se restauró la imagen de la Virgen de Araceli de Córdoba y su ajuar para pasearla con la mayor dignidad por las calles de Córdoba, en 2012 la Sagrada Imagen presidió el Rosario Vespertino de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba siendo trasladada por una cuadrilla de santeros hasta la Santa Iglesia Catedral para celebrar la eucaristía.
Miguel Ramírez, agradecía la distinción resaltando que, ante la ausencia de candidatos a hermano mayor de la filial cordobesa se presentó “gracias a unos amigos que me empujaron a serlo”. Deseando suerte a la nueva Junta de Gobierno de la filial cordobesa, Miguel Ramírez resaltó que su trabajo “no hubiera sido posible de la ayuda incondicional de mi esposa, hijas y algunos lucentinos afincados en Córdoba que estuvieron con nosotros hasta la ultima junta”.