Araceli González, dama de la corte aracelitana: "Representamos fe, ilusión y a la juventud"

24 de Abril de 2014
Araceli González, dama de la corte aracelitana: "Representamos fe, ilusión y a la juventud"

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Araceli González Muñoz (31-10-94) exalta el fervor y la felicidad que imprime María Santísima de Araceli a un hogar. Nació en Lucena, vive en Sevilla y con 19 años es miembro de la corte de honor de la Virgen de Araceli. Acepta gustosamente los escasos inconvenientes que incluye la labor que le han encomendado y asegura que cualquier lucentina aprobaría ser designada dama. Estudia el segundo curso del grado de Ingeniería de Organización Industrial en Sevilla y siempre regresa por mayo a Lucena.
 
-¿Por qué quería ser dama de la corte de honor de María Santísima de Araceli?
La principal razón es poder compartir con Maria Santísima de Araceli el mayor tiempo posible cerca de Ella en su estancia en Lucena. Agradecerle todo lo que ha hecho por mí y mi familia y que me siga dando fuerzas. En segundo lugar porque me llena de orgullo y satisfacción poder formar parte de la historia de Lucena como dama de honor de la corte 2014, como lo hizo mi madre hace 25 años siendo Aracelitana Mayor. Y por último porque son una fiestas que las llevo viviendo con intensidad y devoción desde pequeña y es algo que ves y piensas en poder compartirlo con tus seres queridos.
 
-¿Qué es lo que más le ilusiona de las próximas Fiestas Aracelitanas?
Lo que más ilusión me hace es poder seguir disfrutando las fiestas con entusiasmo y ganas como lo llevo haciendo hasta ahora, tanto con las demás damas y la aracelitana como con toda mi familia y amigos. Y por supuesto estar al lado de nuestra patrona en todo momento.
 
-¿Considera que representa a la mujer lucentina?
Entre otras cosas, pues creo que también representamos ilusión, Fe y a la juventud.
 
-¿Cuál es la función que ha de desempeñar una dama de la corte de honor?
La función de una Dama de Honor es acompañar a la más importante que es en este caso la Virgen de Araceli. También participar en los actos oficiales y de celebración, representando a los lucentinos y aracelitanos. El papel que se nos otorga este año a un grupo de cinco mujeres jóvenes es para nosotras todo un honor y los pequeños inconvenientes que tiene los afrontamos con mucho gusto.
 
-¿Qué le sugiere la imagen de María Santísima de Araceli?
La imagen de María Santísima de Araceli me da fuerzas, supone bastante para mí pues está presente en casa y siempre lo ha estado desde que nací y por lo tanto siempre nos hemos apoyado en ella. Es una alegría poder disfrutar de ella y que sea la patrona de Lucena.
 
-¿Cómo descubrió la devoción aracelitana?
Creo que me ha sido inculcada desde pequeña, creciendo en una familia Lucentina y Aracelitana. Siempre hemos ido a visitarla, la hemos acompañado en cada acto y he disfrutado de ella con toda mi familia. Viendo esa devoción y alegría que trasmite en una casa, te das cuenta de lo que significa.
 
-Desde su residencia habitual en Sevilla, ¿cómo vive el fervor por la Patrona de Lucena?
Aunque vivo en Sevilla, las Fiestas las hemos pasado siempre en Lucena. Es donde vive casi toda mi familia y donde prácticamente nos hemos criado, tanto mis hermanas como yo. Lo único diferente, es que no podemos disfrutar el ir a visitarla a diario. Por lo demás, lo vivo con alegría e ilusión y deseando ver de nuevo a la Patrona.
 
-¿Está de acuerdo con que un grupo de mantillas acompañe a la Virgen de Araceli el día de la procesión o estima que únicamente habrían de hacerlo las damas de cada año?
Pienso que es una decisión de la cofradía y que si ellos lo estiman oportuno, no es una mala decisión, aparte no creo que sea un problema que compartan con la Virgen ese momento, al igual que nosotras.
 
-De nuevo este año ha reaparecido el debate en torno al modo de elección de la corte de honor y de la aracelitana mayor, ¿qué opina al respecto? ¿Debería regresar la competencia a la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli?
Creo que a todo el mundo le gusta opinar, también pienso, y me consta, que todas las Lucentinas que quieran poder formar parte de la Corte Aracelitana, y como tal optar a ser Aracelitana Mayor sin ningún prejuicio, están en todo su derecho.
Con respecto a la Archicofradía, pienso que en algunos asuntos no se trata de separar competencias sino de tener una opinión conjunta de ambas partes.
MANUEL GONZÁLEZ

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